Después de varios años de enseñar en instituciones tradicionales, ahora enseño exclusivamente en línea a nivel de licenciatura. Extraño los encuentros no planeados con los estudiantes en los pasillos y la manera en que las personas responden a las interacciones cara a cara. Sin embargo, la enseñanza en línea no significa que desaparecen los momentos pedagógicos tradicionales: simplemente cambian de lugar, tiempo y modalidad. Asimismo, las relaciones tan fundamentales para el desarrollo profesional, social y espiritual de los estudiantes no solo son posibles sino también capaces de florecer. Esos elementos esenciales para el desarrollo de los estudiantes en línea, sin embargo, no son resultado del azar. Por el contrario, requieren intencionalidad y compromiso, tal cual sucede en los ambientes tradicionales del aprendizaje.

El correo electrónico ha probado ser la herramienta más poderosa para desarrollar relaciones y contribuir al ministerio con los estudiantes en línea. Aunque ellos ven mi rostro en video y escuchan mi voz con regularidad a lo largo del curso en las charlas introductorias por video, eso no es tan personal como encontrarme con ellos cara a cara. Pero cuando los videos son combinados con la intimidad de correos electrónicos personalizados, esto brinda un elemento humanizador que ayuda a salvar la brecha digital.

Después de probar enfoques diferentes para conectarse con los estudiantes, y tratar de crear la comunidad de fe que la educación adventista busca brindar, he hallado diez prácticas con el correo electrónico que han sido efectivos. Me gusta pensar en ellas como en una secuencia, no solo con el propósito de brindar a los estudiantes una experiencia positiva en línea, sino también con el objetivo de cultivar una relación para la testificación.

1. Envíe correos electrónicos con regularidad a sus estudiantes.

Trato de enviar a mis estudiantes correos electrónicos personalizados al menos una vez a la semana. Dado que nadie fuerza a los estudiantes para que estén en un salón de clases durante el día, muchos de ellos necesitan recordatorios frecuentes sobre la existencia del docente y de la asignatura. Puede resultarles fácil ignorar u olvidar lo que solo existe en el mundo digital, en especial para esos estudiantes que son nuevos en el área de aprendizaje en línea o el ambiente digital en general.

Asimismo, los correos electrónicos pueden ser uno de los pocos contactos que los estudiantes reciben de la institución. Es una oportunidad de involucrarlos no solo en el contexto de la clase sino también con la institución.

Conectarse con los estudiantes por correo electrónico también documenta la relación entre estudiante y docente. Esto puede ser útil en situaciones tan diversas como, informar a la oficina de apoyo académico de la universidad sobre las dificultades de un estudiante con la materia, informar problemas con la tecnología que pueden ser pasados a los profesionales correspondientes del área para que sean corregidos o, aunque resulte desafortunado, documentar violaciones tales como el plagio que requiere entonces una posible acción disciplinaria.1

2. Responda prontamente a las comunicaciones de los estudiantes.

En la sociedad actual constantemente conectada, las personas esperan una gratificación instantánea, lo que contribuye a períodos cortos de concentración. Los profesores y las instituciones académicas no suelen destacarse por el servicio al cliente, aunque así debería ser. Los estudiantes del mundo actual son clientes que tienen muchas opciones. Si les desagrada algún aspecto del programa, pueden ir a otro lugar en busca de una educación de mejor calidad, aun dentro de otras instituciones adventistas que consideren que son de mejores. Esto se aplica especialmente al aprendizaje en línea, donde los costos a menudo son más bajos que en la educación tradicional y la ubicación física tiene poca o ninguna importancia.2 Los estudiantes pueden dejar fácilmente una clase y una institución en línea por otra alternativa similar.

Es importante que los docentes sean modelos en cómo responden al trabajo compartido, y que brinden pautas a los estudiantes para que respondan de la misma manera.

Además de ello, si los estudiantes tienen preguntas o problemas, ¿de qué otra manera pueden resolverlas? Para ellos, prácticamente, el instructor es quien puede abogar por ellos en la institución. Cuentan con que los profesores en línea son confiables y productivos en sus comunicaciones. Aunque puede resultar un desafío responder los correos electrónicos de los estudiantes dentro de las 24 horas de recibirlos, en mi experiencia he visto que los estudiantes vez tras vez expresan su aprecio por recibir una respuesta inmediata. Si el cronograma es muy estructurado y no permite una respuesta dentro de las 24 horas, dejo que mis estudiantes sepan que responderé sus correos electrónicos en momentos específicos del día o en días específicos de la semana, lo que les permitirá anticipar mejor su respuesta.3

3. Haga un seguimiento de los correos electrónicos.

A menudo, los correos que los estudiantes me envían están en realidad dirigidos a otra persona, o contienen preguntas o asuntos que no puedo resolver. En ocasiones, los estudiantes no logran comunicarse de manera efectiva, y tengo que adivinar lo que están tratando de expresar. Sin embargo, trato de tener un seguimiento con cada consulta de los estudiantes, ya sea que esté dentro de mi ámbito o no. Si necesitan ayuda, puedo darles el correo electrónico o el número de teléfono de alguien que puede auxiliarlos. Llevo un registro de los temas que analicé con ellos para poder realizar un seguimiento y preguntarle al estudiante si resolvió su problema. Los estudiantes de las clases de licenciatura en línea a menudo son jóvenes y sin experiencia, distraídos quizá por una crisis en la vida, y por lo general tienen varios trabajos para cubrir compromisos adquiridos. Los estudiantes mayores a menudo luchan para mantener una familia, trabajar y hallar el equilibrio en todas las áreas de la vida, además de tomar las clases en línea. No importa el tema, es probable que los estudiantes necesiten ayuda para navegar la experiencia de la educación en línea. La disposición del profesor de abogar por ellos puede marcar la diferencia entre un semestre o trimestre productivo y otro decepcionante. Cada encuentro es importante, ya sea en línea o cara a cara.

4. Supervise con detenimiento el tono de los mensajes.4

Siempre comienzo mis correos electrónicos con “Apreciado [Nombre del estudiante]”. Ante el ritmo frenético de la vida en la era digital y la desensibilización que puede acompañar la naturaleza cortante y brusca de los medios sociales, la urbanidad puede verse fácilmente afectada, tornándonos mucho menos corteses que cuando lo éramos en un ámbito educacional. Asimismo, la comunicación entre culturas puede resultar difícil en cualquier medio, dado que las expectativas varían grandemente, de maneras en las que muchas veces no somos conscientes.5 La sensibilidad en el tono de nuestras comunicaciones puede ayudarnos a vencer algunas de las brechas culturales y suavizar cualquier paso social en falso que pueda producirse. Cuando somos sensibles a los estudiantes y demostramos interés en el lenguaje y el tono, pueden saber que nos preocupamos por ellos.

Recuerde que debido a esa brecha digital, estamos tratando con información sustancialmente menor de lo que podríamos tener en relaciones cara a cara, y el potencial para las comunicaciones erróneas en los mensajes electrónicos es elevado.6 Como no está presente el lenguaje corporal y las claves tonales, puede resultar fácil ofender e interpretar erróneamente los mensajes de los estudiantes, y que ellos entiendan erróneamente los nuestros.

En la correspondencia por correo electrónico, cuando un estudiante se queja de alguna cosa, o está molesto, quizá hasta furioso respecto de un tema, resulta apropiado demostrar empatía y preocupación. Si la queja es específica a la clase y se confirma que el docente está en falta, resulta apropiado disculparse. Los docentes deberían tener cuidado, sin embargo, de evitar una disculpa en nombre de otra persona o de la institución, dado que esto podría ser interpretado como una admisión de responsabilidad y exponer al individuo o institución a una responsabilidad financiera si la queja terminará en una acción legal. El personal docente y administrativo puede no estar conscientes de todos los aspectos de una situación en particular, y puede que solo escuchen la perspectiva del estudiante. Un pedido de disculpas, solo debería ser expresada por la persona involucrada en la disputa, y únicamente si se descubre que se ha hecho algo en forma equivocada.

Aunque no siempre resulta fácil decir “Lo siento” y expresar interés en una situación, puede marcar una gran diferencia para la persona que está luchando con un problema personal de la cual el docente no esté al tanto. Esto no implica permitir siempre que el estudiante se aproveche de la ocasión. Es muy posible afianzar y a la vez ser firmes. Hacerlo de una manera que resulte empática y honesta puede dar cierre rápido a un determinado asunto.

5. Sea específico.

Trato de evitar frases tales como “buen trabajo” o “hiciste un gran trabajo” con respecto a una tarea a menos que a esas palabras le siga una respuesta detallada y descriptiva que comunique qué fue lo que hizo bien. Esto estimula la confianza de los estudiantes en sus capacidades y les muestra maneras de mejorar. Sin una retroalimentación positiva, los estudiantes no tendrán manera de saber si están trabajando correctamente o cómo mejorar su desempeño.7

6. Exhiba el trabajo bien hecho.8

Yo envío por correo electrónico a toda la clase las tareas destacadas de un estudiante. Esto da a todo el grupo un marco de referencia para un trabajo de alto nivel y ofrece un refuerzo positivo para motivar a los estudiantes a un alto desempeño. Es importante que los docentes sean modelos de cómo responder al trabajo compartido, y que brinden pautas a los estudiantes para que respondan de la misma manera. Esto puede resultar particularmente valioso cuando se demuestran opiniones o hallazgos contrastantes, lo que puede traducirse directamente en momentos de enseñanza. Por ejemplo, cuando en mis clases de historia surge el tema del islamismo y las mujeres, las emociones aumentan y la gente por lo general quiere compartir sus perspectivas, que a menudo son muy decididas y contrapuestas. En ese ambiente delicado, siempre pido permiso para compartir el trabajo del estudiante con la clase antes de hacerlo y recomiendo altamente esto como una buena práctica. No pedir permiso puede resultar en un abuso de confianza hacia el estudiante, y conducir posiblemente a que los estudiantes presenten quejas a la administración de la institución.

7. Haga preguntas a sus estudiantes.

Preguntar a los estudiantes acerca de ellos y de sus creencias sobre un tema en particular es fundamental para cultivar una sólida relación entre el estudiante y el docente. A las personas les gusta que las reconozcan como únicas, y aprecian a los que se acercan a ellos y procuran cultivar relaciones constructivas. Es una parte importante del ambiente digital, que por su misma naturaleza puede resultar deshumanizante. Puede ser difícil recordar que del otro lado de un correo electrónico y la pantalla de una computadora hay una persona. Hacer preguntas constructivas en lugar preguntas degradantes no solo los ayuda a sentirse apreciados, sino que también le recuerda al docente que son especiales.9

8. Traslade lo público a lo privado.

En mis clases requiero interacción en los foros de discusión. Sin embargo, pasar a una discusión privada con los estudiantes puede resultar productivo porque eso ayuda a cultivar la relación, que personalmente disfruto y que ellos se merecen. Cuando encuentro algo con lo que estoy en acuerdo o desacuerdo en el trabajo de un estudiante, le envió un correo electrónico sobre el tema. Los estudiantes aprecian que sus ideas sean tomadas en serio, y los mensajes privados les asegura que los apoyo y que me intereso en su experiencia personal y educacional. Esos intercambios suelen producir largas cadenas de mensajes, y el cultivar buenas relaciones.

Con el éxito en el cultivo de relaciones entre estudiantes y los docentes también está el peligro de caer en familiaridades y traspasar los límites establecidos que ignoran los roles adecuados entre estudiantes y docentes. No importa cuán abierto o confiado me encuentre en mi relación con un estudiante, jamás firmo un correo electrónico con mi primer nombre. Tampoco es apropiado que el docente divulgue información de naturaleza sensible, o que pueda perjudicar el éxito del estudiante en la clase o en otra que pueda tomar en el futuro. Al interactuar con los estudiantes, los docentes deberían cuidarse para evitar malentendidos y conductas no éticas. La norma siempre debería ser establecer límites y mantenerse dentro de ellos, pero aun así, tales restricciones no necesitan volverse perjudiciales al momento de conectarse con los estudiantes.10

9. Muéstrese vulnerable.

Los estudiantes se dan cuenta cuando los docentes son abiertos con ellos. Ser abierto y vulnerable permite que otros ingresen a la vida y los pensamientos de uno, y esta es una manera confiable de formar relaciones de confianza. Yo comparto con regularidad experiencias personales y mis propios interrogantes filosóficos con mis estudiantes, porque esto les hace ver que no están solos en sus luchas y les permite relacionarse mejor conmigo. Cuando los estudiantes confían en los educadores, no solo disfrutan más de sus experiencias de aprendizaje, sino que también se esfuerzan por lograr un mejor desempeño.11 Cada estudiante con quien he tenido una buena relación ha mostrado un mejor desempeño en el curso.

10. Testificar mediante el correo electrónico.

Más allá de su edad o nivel de madurez, los estudiantes universitarios a menudo cuestionan su fe. Quizá no hay otro momento en la vida de la persona que sea más fundamental para su travesía de fe. A veces, cuando los estudiantes pasan por una crisis de fe, nadie es consciente de ello.12

He hallado varias maneras de conectarme con los estudiantes espiritualmente. Una es integrar la fe al contenido del curso tanto como sea posible. En mis conferencias por video, formulo preguntas espirituales y pido a los estudiantes que hagan una pausa en el video y respondan a mis preguntas. En el foro de discusión, les hago preguntas que son abiertamente religiosas y espirituales, y que requieren que mis estudiantes interactúen entre sí para responderlas.

En ocasiones, a los estudiantes no adventistas se les hace difícil o incómodo responder a estas preguntas o cumplir con una tarea, por lo que trabajo para resolver el problema a nivel individual, de persona a persona, lo que a menudo significa hacer arreglos que beneficien tanto al estudiante como a la clase.

Toda vez que los estudiantes indican que están cuestionando la iglesia, a Dios o su fe en general, les envío un correo electrónico. Trato de no perderme la oportunidad de apoyar la relación vertical de los estudiantes con Dios cuando me dicen que están luchando con su fe, pero también busco crear un ambiente que los motive a pensar espiritualmente y a compartir sus pensamientos y sentimientos. De esta manera, aun cuando no expresen abiertamente sus preguntas o pensamientos, al menos se les da la oportunidad de hacerlo.

Cuando respondo a un estudiante con la intención de testificar, siempre considero su experiencia con su fe. Evito tanto como sea posible caer en presuposiciones sobre los estudiantes. Por el contrario, trato de profundizar para saber si están pasando por alguna dificultad, para entonces explorar el porqué de esa dificultad. Esto puede llevarse a cabo fácilmente sin juzgarlos, o sin ser dogmático o prescriptivo.

Procuro obtener toda la información posible sobre la experiencia del estudiante con algún problema antes de hacer algo al respecto. Cuando les pregunto por un tema espiritual, por lo general ellos describen cuál es la relación de ese tema con ellos, pero finalmente me hacen preguntas al respecto. En esa instancia, cuando un estudiante me presenta un interrogante espiritual, por lo general me siento lo suficientemente cómodo como para compartirle el mensaje adventista.

Si los docentes han establecido relaciones positivas con los estudiantes y han demostrado vulnerabilidad y honestidad para con ellos, puede haber marcado una gran diferencia en la vida de los estudiantes en ese momento fundamental. A menudo, hacer que los estudiantes se abran a un tema o que analicen sus propios pensamientos requiere de una mayor apertura de mi parte. Divulgo reflexiones y experiencias de mi propia experiencia de fe en forma regular, y a menudo he quedado sorprendido por los resultados positivos que se obtienen.

He estado en contacto con algunos de mis estudiantes durante años después de la finalización de la clase. Los estudiantes en línea solicitarán recomendaciones para presentar en trabajos o en otras instituciones educativas, pero muchos estudiantes también me mandarán correos electrónicos sobre temas de fe que enfrentan, años después del inicio de nuestra relación inicial por correo electrónico. Varios estudiantes continúan escribiendo, llamando o visitándome en busca de orientación espiritual años después de haberlos tenido en la clase. Son esas oportunidades de mentoría y de cultivar relaciones positivas las que dan mayor apreciación a la educación adventista. Todos necesitan a alguien en quién confiar y con quién conectarse espiritualmente, y me siento feliz de cumplir esa función cada vez que sea necesario.

Inicialmente mi renuencia a enseñar en línea era infundada. Pero ha sido mi experiencia y, al igual que para algunos estudiantes, saber que es posible que los docentes cultiven relaciones significativas con los estudiantes en línea. El hecho de que mis estudiantes me escriben periódicamente para analizar su fe y compartir sus preocupaciones y éxitos, valida mi opinión de que la educación adventista puede ser tan efectiva en el ambiente en línea, tanto como lo es en el salón de clases tradicional.


Este artículo ha sido sometido a la revisión de pares.

Adam Fenner

Adam Fenner, PhD es Director de la Comunidad Adventista de Aprendizaje de la División Norteamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. El doctor Fenner halla satisfacción en coordinar el desarrollo del ministerio de capacitación y certificación docente que hace accesible el avance profesional de los miembros y empleados de la iglesia. Fenner obtuvo su doctorado en la Universidad Americana de Washington D.C., con especialidad en las relaciones EE.UU.-América Latina. Ha enseñado historia en Honduras, y actualmente enseña historia mundial en línea en la Universidad Andrews, en Berrien Springs (Míchigan, Estados Unidos). Mientras cursaba su doctorado, trabajó profesionalmente como investigador independiente en la Biblioteca del Congreso y los Archivos Nacionales de Washington, D.C.

Citación recomendada:

Adam Fenner, “Cultivar relaciones para ministrar a los estudiantes en línea,” Revista de Educación Adventista 45:1 (Enero–Marzo, 2018). Disponible en https://www.journalofadventisteducation.org/es/2018.3.6.

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Los correos electrónicos pueden servir como documentación de tareas, consejos de docentes a estudiantes, participación en la clase y una variedad de otras interacciones entre los docentes y los estudiantes. Pueden haber sido inclusive la primera fuente de documentación de plagio o deshonestidad académica. Por esta razón, son admisibles como documentación de apoyo si se presenta una demanda contra el docente o si se produce una disputa respecto de una calificación.
  2. Por un estudio detallado de la relación entre la interacción frecuente, la satisfacción y el desempeño de los estudiantes, véase Anthony G. Picciano, “Beyond Student Perceptions: Issues of Interaction, Presence, and Performance in an Online Course”, Journal of Asynchronous Learning Networks 6:1 (Julio 2002): 21-40: http://www.anitacrawley.net/Resources/Articles/Picciano2002.pdf 
  3. Taylor Massey, “Student v. Instructor: Turn-around Time for Out-of-Class Responses”, Cengage Professional Development and Training Blog (Diciembre 2014): https://blog.cengage.com/student-v-instructor-turn-around-time-class-responses/ .
  4. Michelle Schwartz, “Effective Online Communication”, Learning & Teaching Office, Universidad Ryerson: http://www.ryerson.ca/content/dam/lt/resources/handouts/Online_Communication.pdf .
  5. Tara Bahrampour, “Frederick Schools Employee Fired After Tweet, The Washington Post (January 17, 2017): B3. Disponible en línea en https://wapo.st/2HYC37Y .
  6. Julie Ann Amos, “Basic Body Language and Communication” (Mayo 2015): http://www.bodylanguageexpert.co.uk/BodyLanguageAndCommunication.html .
  7. Por una mirada más profunda a una retroalimentación efectiva, véase Grant Wiggins, “Seven Keys to Effective Feedback”, Educational Leadership 70:1 (Septiembre 2012): 10-16: http://www.ascd.org/publications/educational-leadership/sept12/vol70/num01/Seven-Keys-to-Effective-Feedback.aspx; and Susan M. Brookhart, How to Give Effective Feedback to Your Students, segunda ed. (Alexandria, Va.: ASCD, 2017): http://www.ascd.org/publications/books/116066.aspx.
  8. Para una demostración de cómo la exposición de los trabajos de los estudiantes han mostrado ser efectivos al momento de enseñar los estándares del Tronco Común, véase Ross Brewer, “Using Anchor Papers to Help Teachers and Students Understand the Common Core” (Agosto 2012): http://www.exemplars.com/blog/education/using-anchor-papers-to-help-teachers-and-students-understand-the-common-core ; y por un recurso que se ocupe de mostrar el trabajo de los estudiantes en la educación superior, véase Winona State University’s “Enhancing Student Learning: Seven Principles for Good Practice”: http://www.crlt.umich.edu/gsis/p4_6 .
  9. Para información adicional sobre cómo formular preguntas a los estudiantes, véase Douglas Fisher and Nancy Frey, “Using Questions to Drive Inquiry”, The Journal of Adventist Education 78:3 (Febrero/Marzo 2016): 11-13: http://circle.adventist.org/files/jae/en/jae201678031103.pdf ; y Larry Burton y Donna J. Habenicht, “Getting Students to Think: Using Questions Effectively in the Classroom”, ibíd. 66:1 (Octubre/Noviembre 2003): http://circle.adventist.org/files/jae/en/jae200366012006.pdf.
  10. Mallory Simon, “Online Student-Teacher Friendships Can Be Tricky”, CNN (Agosto 2008): http://www.cnn.com/2008/TECH/08/12/studentsteachers.online/index.html?eref= .
  11. Hayeon Song, Jihyun Kim y Wen Luo, “Teacher-Student Relationship in Online Classes: A Role of Teacher Self-disclosure”, Computers in Human Behavior 54 (Enero 2016): 436-443.
  12. Scott McConnell, “LifeWay Research Finds Reasons 18- to 22-Year-Olds Drop Out of Church” (Agosto 2007): https://www.schwartzreport.net/lifeway-research-finds-reasons-18-to-22-year-olds-drop-out-of-church/ .