El trabajo de campo fue uno de los métodos de enseñanza de Jesucristo. Después de enseñar a sus discípulos principios básicos, los envió a lugares distantes para hacer su trabajo y aplicar lo que habían aprendido de él (Mateo 28:16-20; Juan 20:21). Esta modalidad refuerza las lecciones aprendidas en el salón de clases y las aplica al mundo real. En la educación en línea, el trabajo de campo se está volviendo cada vez más común a medida que los requisitos curriculares son adaptados para responder a las necesidades de los estudiantes en línea.

Preparar a los estudiantes para participar de experiencias de campo en línea puede representar un gran desafío, dado que el docente no está físicamente presente para supervisar y evaluar el desempeño de los estudiantes. Como docente de varias asignaturas presenciales con componentes de trabajo de campo, en un principio me resultó difícil imaginar de qué manera se podrían incluir los requisitos de trabajo de campo en mis cursos en línea de posgrado. Fue necesario considerar varias preguntas: ¿Es factible el trabajo de campo en la educación en línea? ¿Será el proceso igual que el usado en los métodos presenciales tradicionales? ¿Cómo me prepararé para esto? ¿Qué responsabilidades tendrán los estudiantes? ¿Cómo sabré si los estudiantes realmente van a trabajar en ausencia de mi supervisión física? Este artículo brinda respuestas derivadas de mi experiencia personal y de otros colegas que han incorporado el trabajo de campo en los cursos en línea.

Definición de trabajo de campo

El trabajo de campo, o la experiencia de campo, es cualquier trabajo que los estudiantes llevan a cabo fuera del salón de clases, que les permite implementar y practicar lo que han aprendido como teoría. Esto puede incluir la recolección de datos (datos primarios o de encuestas, observaciones, etc.), o la práctica de tareas prácticas con propósitos educacionales y de investigación en el campo de estudio del alumno.1 Hvenegaard destaca que “La mayoría de los docentes incorpora el trabajo de campo para ayudar a los estudiantes en la comprensión de la teoría, para desarrollar habilidades, integrar el conocimiento, construir el conocimiento tácito, desarrollar el significado de lugares, y trabajar con colegas y docentes en marcos alternos”.2

Las ventajas del trabajo de campo

Como educadora de la salud, he descubierto que las teorías de aprendizaje no son suficientes para ayudar a los estudiantes de educación para la salud o de salud pública a que comprendan plenamente los conceptos, las teorías y las estrategias de cómo mejorar la salud y la calidad de vida. Cuando los alumnos aplican el conocimiento aprendido en el salón de clases en ambientes de la vida real, comprenden mejor esos conceptos. Es allí donde el trabajo de campo llega a ser importante como estrategia de enseñanza. Para estudiantes en programas en línea que requieren trabajo de campo, esta experiencia les permite sumergirse en la comunidad, donde pueden obtener una experiencia de primera mano en la conducción de investigaciones, análisis de resultados y desarrollo e implementación de estrategias apropiadas.3

Aunque el trabajo de campo posee muchos beneficios, desafortunadamente, en muchos casos, según Ulovec et al.,4 puede tener implicaciones legales y, por esa razón, algunos programas en línea escogen no incluirlo en su currículo; y quienes lo incluyen, proceden con cuidado. McKenzie, Neiger y Thackeray5 advirtieron que es necesario prestar atención a las preocupaciones sobre la seguridad y el riesgo de responsabilidad legal entre los participantes al llevar a cabo el trabajo de campo o implementar un programa de intervención. Si no se lo hace, esto puede llevar a multas y penalidades legales que empañan la reputación de la institución, desacreditan el programa de estudios, y exponen al docente, al estudiante y a la institución a un juicio. Algunos problemas de seguridad incluyen el perjuicio causado a los participantes que resulta de la intervención o negligencia del planificador del programa. Para evitar esto, los administradores del programa en línea, los instructores de la asignatura y los supervisores en las diversas sedes de trabajo de campo tienen que coordinar de cerca con los estudiantes para garantizar que los controles de seguridad y el consentimiento informado sean parte del proceso de planificación e implementación, y que se tomen en cuenta riesgos anticipados.

Singularidad del trabajo de campo

A pesar de estas regulaciones, muchos programas en línea involucran con éxito a los estudiantes en el trabajo de campo. Lisa Richardson6 entrevistó a los directores de dos programas completos de una Maestría en Trabajo Social en línea que atienden a estudiantes nacionales e internacionales en las prácticas de trabajo de campo en sus instituciones. Ambas instituciones tienen miles de estudiantes en línea en sus programas de tiempo completo.

Ambos entrevistados dijeron que el componente de trabajo de campo requería mayor exigencia que el programa presencial ofrecido en el campus. Las dos instituciones tenían maneras diferentes de preparar a los estudiantes para los trabajos de campo. La institución de Hornsby se asoció con una compañía que identificó agencias donde los estudiantes pueden llevar a cabo el trabajo de campo. La compañía asociada entrevistó a la posible agencia, evaluó las oportunidades de aprendizaje disponibles y firmó un contrato con los posibles instructores de las prácticas de campo. Después de que se reunió la información necesaria, se le entregó al personal docente del programa para que lo revisara, y las sedes fueron aprobadas, los estudiantes fueron asignados en las diversas agencias. Gray, por otro lado, dijo que los estudiantes de su programa hallaron su propio lugar para el trabajo de campo. El personal docente solo brindó orientación acerca de cómo hallar una agencia apropiada o instalación en la comunidad en la cual trabajar, junto con una carta de respaldo. Ambas instituciones se comunicaron con los estudiantes por medio de Skype, llamadas telefónicas o correos electrónicos. 7

En comparación con estas y otras instituciones educativas en las que el trabajo de campo es un requisito de tiempo completo para el programa (30 horas por semana de participación durante 12 a 16 semanas), en mis clases, es tan solo uno de los requisitos de la asignatura. De allí que el trabajo de campo real en mi clase es a corto plazo (unas diez horas por semana, durante aproximadamente tres a cinco semanas).

Ventajas de la actividad de campo en línea

Mi clase de trabajo de campo no cuenta con una agencia que le ayude a coordinar el proceso de asignación; por el contrario, los estudiantes seleccionan el área o institución donde llevar a cabo su trabajo de campo. Los estudiantes inician el proceso al identificar y visitar posibles instalaciones o agencias comunitarias en comunidades locales ya a partir de la segunda semana del curso en línea. Entonces les pido que presenten una lista de posibles lugares para el trabajo de campo, lo repaso y comento cuán apropiadas son sus elecciones y cuán bien los servicios que brindan y que concuerdan con los objetivos de la asignatura. La mayoría de mis estudiantes escoge trabajar en lugares cercanos a sus lugares de trabajo o residencias. Entre las ventajas y desventajas de cumplir con el trabajo de campo siguiendo este enfoque se mencionan las siguientes

1. Ubicación. La mayoría de los estudiantes logran cumplir con el trabajo de campo en un lugar que les resulta familiar, ya sea en el lugar donde viven o donde trabajan. Cumplir con el trabajo de campo en un marco donde uno tiene conexiones sociales y sentimentales suele ser más relevante que trabajar en un lugar que no les resulte familiar. Baker and Härtel8 observaron que a veces, la falta de habilidad para comprender la cultura o la historia de un lugar puede afectar la manera en que las personas interactúan entre sí. Es fundamental conocer a la gente de un lugar antes de ingresar a su espacio.9 Una relación establecida hace que sea más fácil trabajar juntos. Ese enfoque funciona en mi caso; a pesar de ello, los estudiantes necesitan habilidades que les permitan trabajar en cualquier ambiente, no solo en los que les resulten familiares o cercanos al hogar o el trabajo. Por esa razón, los administradores e instructores del programa pueden animar a los estudiantes a buscar experiencias de campo en una diversidad de ambientes, tanto familiares como extraños, dado que necesitarán esas habilidades cuando ingresen al lugar de trabajo.

2. Capacidad cultural. Cuando los estudiantes llevan a cabo el trabajo de campo en un lugar familiar, pueden comunicarse mejor con la población prevista dado que conocen su cultura y lenguaje. La incapacidad de interactuar con la población a la que sirven durante la experiencia de aprendizaje puede llevar al fracaso y los malentendidos sobre el propósito del trabajo de campo. El período de tiempo en que mis estudiantes participan del trabajo de campo es breve en comparación con otros programas que requieren tiempo completo. El crear competencias culturales lleva tiempo. Esto puede ser una desventaja; a pesar de ello, durante ese breve período de tiempo, ya sea trabajando en sus propias comunidades o en ambientes que les resulten extraños, los estudiantes deberían buscar aprender en lo posible sobre la ubicación de su trabajo de campo, para así incrementar su comprensión de las necesidades, evaluar posibles preocupaciones sobre su seguridad y crear mayor competencia cultural. Esto puede llevarse a cabo mediante la investigación (la lectura sobre un área determinada, el estudio de datos demográficos y de población), la participación en conversaciones con los administradores o supervisores de las instituciones con respecto a los valores sociales y culturales de la comunidad y el diálogo con los participantes.

3. Nivel de respuesta de la comunidad. Conocer la cultura y el idioma brinda a los estudiantes el privilegio de recibir mejores respuestas, dado que conocen más sobre la gente con quien están trabajando. Independientemente de cuán bien el estudiante conozca o comprenda la cultura o la dinámica del lugar de trabajo de campo, existe una probabilidad de que haya malentendidos. Los estudiantes deberían ser conscientes de esa posibilidad, y por lo tanto deberían sentirse motivados a trabajar de cerca con los administradores de la institución y la agencia.

Los desafíos

Existe un número limitado de publicaciones sobre cómo hacer frente a los desafíos de practicar el trabajo de campo en línea. Descubrí que tanto los docentes como los estudiantes experimentan dificultades para implementar este proceso. El recuadro 1 contiene varios desafíos comunes que se producen en las experiencias del trabajo de campo en línea. La respuesta a estos puede mejorar con una adecuada preparación y planificación por parte del docente.

Preparación del docente para el trabajo de campo

Hobgood,10 junto con Hornsby y Gray,11 destacan que la preparación de asignaturas en línea requiere de mayor planificación de parte del docente que la necesaria en las clases presenciales tradicionales. Las experiencias exitosas de trabajo de campo requieren asimismo la preparación del docente. Aquí menciono algunas maneras en que el docente puede prepararse:

  1. Establezca objetivos claros. Hvenegaard señaló que deben expresarse con claridad los objetivos de tareas del trabajo de campo, y que ellos deberían estar alineados con los resultados de la asignatura. Añadió asimismo que “demasiados objetivos pueden diluir la experiencia y frustrar al estudiante”.12
  2. Brinde instrucciones y expectativas claras. Las expectativas claras no solo ayudan a los estudiantes a tomar decisiones sobre cómo iniciar la tarea sino que también los facultan para hacer lo mejor para completar esa tarea y ayudar a prevenir la confusión y los malentendidos, lo que puede llevar a malos desempeños y bajas calificaciones.
  3. Escoja el lugar. Esto puede llevarse a cabo por medio de agencias asociadas, o permitiendo que los estudiantes escojan su propio lugar. Basados en la experiencia, si bien permito que los estudiantes seleccionen el lugar para su trabajo de campo, les pido identificar varios lugares o posibles agencias. Pueden entonces establecer prioridades en su lista y dar las razones de su elección. Como docente, me reservo el derecho de aprobar o rechazar los lugares propuestos. Los lugares aprobados poseen objetivos expresados con claridad que están alineados con los objetivos de la asignatura; son supervisados por administradores de la institución (ya sea hospitales, centros comunitarios, agencias de gobierno, iglesias o instituciones educativas); han implementado protocolos de seguridad y riesgo; y puedan recibir al estudiante durante el período requerido.
  4. Aclare con los estudiantes los asuntos de ética, de seguridad y legales que conlleva realizar el trabajo de campo. El docente de la asignatura tiene que asegurarse que los lugares para el trabajo de campo tengan pautas de práctica ética y seguridad. Los recursos tales como manuales orientativos o reglamentarios pueden servir para verificar que los reglamentos estén en vigencia. La orientación o sesiones de capacitación pueden servir como prueba de que estos son comunicados con todo el que trabaje en el lugar. Los estudiantes deberían firmar una hoja donde reconozcan que están de acuerdo con los protocolos. Además de lo que se comunica en el lugar de trabajo de campo, los docentes de la asignatura tienen que discutir las cuestiones éticas, de seguridad y legales con los estudiantes. Dado que los estudiantes estarán recolectando datos, grabando videos e implementando estrategias, deberían ser conscientes de los reglamentos de la institución para reunir información y obtener el consentimiento que les permita usar la información de otras personas. Los docentes deberían consultar con el asesor legal de la institución si no están seguros de qué incluir cuando hablan con los estudiantes sobre cuestiones legales.
  5. Prepare una carta de respaldo para que el estudiante la presente en la agencia o institución. La carta presenta al estudiante ante la administración del lugar y debe incluir el nombre de la institución, el estudiante y el docente, junto con la dirección de correo electrónico del docente y el resto de la información de contacto para consultas relacionadas con el trabajo del estudiante. De la misma manera, debería contener el propósito del trabajo de campo, lo que el estudiante procura hacer, las fechas de comienzo y finalización, y las expectativas que tiene el docente del estudiante. A cambio de ello, debería requerirse que el administrador de la institución apruebe o rechace la solicitud por escrito, y que dirija su respuesta al docente.
  6. Establezca protocolos de comunicación. Los docentes de la asignatura y los supervisores del lugar tienen que decidir de qué manera se comunicarán en relación con el progreso del estudiante. Desde llevar a cabo visitas virtuales del lugar hasta la comunicación con los supervisores del lugar, los protocolos deben ser claros. Los supervisores del lugar de trabajo de campo deben saber qué clase de supervisión ofrecerán durante el período de trabajo de campo, y de qué manera se comunicarán con el docente responsable si no se cumplen los requisitos o si se suscita un problema. Puede que algunos escojan brindar informes de progreso semanales y grabarlos, copias de los cuales pueden ser cargadas al Sistema de Gestión de Aprendizaje de la institución. Los docentes de la asignatura y los supervisores del lugar también pueden planificar visitas virtuales al lugar mediante videoconferencias, o pueden comunicarse por correo electrónico. Estas interacciones deberían ser almacenadas como documentación del progreso del estudiante. Los estudiantes también deberían saber cómo comunicarse con el docente si surgiera algún problema. Pueden comunicarse por correo electrónico, videoconferencia o foro de discusión del Sistema de Gestión del Aprendizaje.
  7. Brinde herramientas claras de evaluación. Prepare una herramienta (rúbrica)(con las instrucciones o términos) en la cual se midan las expectativas de desempeño para la experiencia de campo. Los estudiantes deben comprender y poder explicar esa herramienta. Los ítems de evaluación pueden resultar útiles para el docente porque le presentan criterios claros y objetivos de evaluación que reducen la posibilidad de un sesgo al calificar. Esos ítems deberían ser actualizados constantemente. Los docentes también deben brindar a los supervisores de cada sede no solo copias de esas rúbricas sino también pautas sobre el proyecto y los términos de evaluación del proyecto final. (Véase la Tabla 1 donde figura una muestra de los términos que preparé para mi trabajo de campo).
  8. Brinde comentarios al estudiante dentro de un tiempo razonable. Los comentarios del docente son fundamentales en el caso de las clases en línea, dado que puede ayudar a los estudiantes a sentirse entusiasmados al cumplir con sus tareas y mostrarse activos en la interacción de la clase. También les garantiza que el docente está allí para orientarlos. Hay varias maneras en las que el docente puede ofrecer sus comentarios en el caso de la educación en línea, como por ejemplo por correo electrónico, videoconferencias o chats en plataformas como Skype o FaceTime, o foros de discusión en el Sistema de Gestión del Aprendizaje.
  9. Prepare pautas de documentación y entrega. Especifique con claridad de qué manera los estudiantes van a documentar y presentar la actividad del trabajo de campo. Esto puede incluir la preparación de plantillas, formularios y cartas, y asegurarse que los estudiantes pueden acceder a ellos. Las pautas de entrega también deberían incluir dónde, cuándo y cómo presentar documentos. En el Sistema de Gestión del Aprendizaje pueden crearse carpetas específicas de entrega.
  10. Prepare un certificado de culminación para ser firmado por la persona directamente involucrada en la supervisión del trabajo del estudiante. Por ejemplo, si el estudiante culmina el trabajo de campo en una institución educativa, el rector o docente de la clase puede firmar el certificado; o, si el estudiante trabaja en una clínica local de salud, el administrador o supervisor de turno puede firmarlo. El certificado debería incluir el tiempo, las fechas de participación y las actividades o el programa implementado.

Preparación de los estudiantes para el trabajo de campo

Una experiencia placentera y exitosa de trabajo de campo no solo depende de la preparación del docente sino también de involucrar a los estudiantes a ser responsables de su aprendizaje. Los estudiantes tienen que asumir un papel activo y ser responsables de la calidad de su trabajo de campo. El docente debe discutir con los estudiantes cuál es su función al alcanzar el éxito en el trabajo de campo.

  1. Cultivar habilidades de administración del tiempo. Los estudiantes deberían evitar la procrastinación para no verse abrumados cerca del fin del período. Necesitan comenzar a buscar una población lo más pronto posible, preparar un cronograma y respetarlo.
  2. Adquirir conocimientos tecnológicos. Los estudiantes tienen que saber exactamente qué tipo de apoyo tecnológico necesitan y equiparse en tal sentido. Deberían saber cómo usar la tecnología para documentar el trabajo de campo y presentar sus tareas. Es fundamental que cuenten con conexiones de alta velocidad o una sólida conexión de Internet para comunicarse con el docente y sus compañeros. Los estudiantes también deberían ser conscientes de que surgirán cuestiones técnicas, y estar preparados para enfrentarlas. Aunque el colegio terciario o la universidad pueden poner su apoyo técnico a disposición de los estudiantes en línea, aun así, los estudiantes necesitarán contar con la capacidad de resolver problemas técnicos. Por ejemplo, una de las preocupaciones más grandes entre mis estudiantes es la presentación de videos breves mediante sitios de videos gratuitos como YouTube, que poseen restricciones en la duración de los videos. Por lo tanto, los estudiantes necesitan ser conscientes del tamaño del archivo y la longitud de los videos que envíen. También deben saber cómo editar, cortar y minimizar el tamaño de los archivos de video.
  3. Aprender a trabajar en colaboración. Aunque el trabajo de campo puede parecer una tarea independiente, los estudiantes tienen que aprender cómo colaborar de manera efectiva con la agencia o institución para quien trabajan.
  4. Conseguir un carné de identificación. El estudiante tiene que obtener un carné emitido por el responsable de admisiones (en nuestro caso, del secretario de la división en línea que lo procesa), que lo identifique como estudiante. El carné de identificación personal muestra que los estudiantes están registrados en la institución, y eso les da acceso a los recursos en línea del campus, como por ejemplo a la biblioteca principal de la institución.
  5. En colaboración con el supervisor del lugar de práctica, evaluar las medidas de seguridad. Dado que los estudiantes trabajan en zonas que están a cierta distancia de la institución y el docente, los supervisores del lugar pueden ayudar a los estudiantes a identificar las medidas de seguridad y realizar una evaluación de los riesgos en la zona donde esperan llevar a cabo el trabajo de campo. Juntos, deberían identificar quién estará en riesgo, especificar los posibles peligros y crear un plan de seguridad que incluya acciones que el estudiante o el docente implementen para ayudar a minimizar o eliminar los riesgos. Debería incluirse la información de contacto de emergencia para los estudiantes, el supervisor del lugar y el docente de la asignatura, además de los administradores del programa tanto para la institución como para el lugar de trabajo de campo, junto con la verificación de la información sobre el seguro tanto de la institución educativa como del lugar de la práctica.
  6. Explorar y responder a cuestiones éticas antes de participar de las actividades en cada lugar. Dado que el trabajo de campo en línea en mi contexto significa trabajar en un ambiente que no se encuentra bajo la supervisión directa del docente, los estudiantes son responsables de conocer y cumplir con las reglas de la institución que dicta las prácticas éticas. La mayoría de las sedes para el trabajo de campo llevan a cabo una orientación, ya sea en forma individual o grupal, para los estudiantes nuevos en el lugar. De ser así, se puede cargar en el Sistema de Gestión del Aprendizaje un documento de conformidad firmado que certifique que el estudiante conoce las reglas del lugar. Al igual que en las clases presenciales tradicionales, los estudiantes de clases en línea deben seguir la política de no perjudicar a otros. Tienen que comportarse de una manera que no dañe la reputación de la institución que representan, ponerse o poner a otros en peligro (véase el Recuadro 2). Dado que la naturaleza del trabajo de campo que exijo involucra a seres humanos, también es requerimiento que los estudiantes reconozcan la dignidad de la persona participante y que mantengan la confidencialidad de la información que reúnan. Se enseña a los estudiantes que los seres humanos son hijos de Dios y, por esta razón, debería tomarse toda precaución posible para proteger y preservar la dignidad de ellos. Asimismo, si los participantes son menores, se necesitará el permiso de sus padres. Cada país o estado cuenta con pautas específicas para llevar a cabo evaluaciones de riesgo, proteger a los menores y revelar de qué manera se usará la información. Los docentes de la asignatura tienen que consultar con el representante legal de la institución para garantizar que los requerimientos no pongan en peligro a los estudiantes o que termine con una demanda legal en su contra.
  7. Ser conscientes de las responsabilidades legales y usar un buen juicio al establecer programas. Es requisito que los estudiantes encuentren profesionales certificados si su trabajo de campo demanda ayuda profesional o capacidades especiales. Estos individuos deben ser aprobados por el docente de la asignatura y el administrador del lugar. Los estudiantes tienen que asegurarse que el plan de implementación haya sido aprobado tanto por el director del programa como por el lugar del trabajo de campo, y que los participantes firmen formularios de consentimiento antes de llevar a cabo la implementación. Para mayor información sobre consentimientos, véase los recursos que ofrece Adventist Risk Management: https://adventistrisk.org/en-us/safety-resources/solutions-newsletter/why-are-consent-to-treatment-forms-important y la Universidad de Loma Linda: https://researchaffairs.llu.edu/responsible-research/human-studies/guidelines-for-informed-consent.
  8. Conozca y trabaje sobre la evaluación de la actividad de campo. Proporcionar la rúbrica de evaluación antes de comenzar el trabajo de campo ayuda a los estudiantes a identificar las expectativas del maestro y les permite medir su propio progreso (Véase la Figura 1).
  9. Juntos, el docente y los estudiantes pueden trabajar para hacer que la experiencia del trabajo de campo sea valiosa. La Tabla 2 ofrece un resumen de siete pasos que me ayudaron y que pueden ayudar a otros docentes al apoyar a los estudiantes que están pasando por el proceso de implementación.

Resumen

A pesar de las ventajas del trabajo de campo en línea, también hay desafíos: Hallar un lugar adecuado con la supervisión apropiada, llevar a cabo visitas virtuales al sitio y comunicarse con los supervisores del lugar, manejar los protocolos de consentimiento, aprender a administrar el tiempo a pesar de la flexibilidad de la educación en línea y conservar el entusiasmo, son algunos de los desafíos que enfrentan los estudiantes. La tecnología también puede ser un problema para los docentes y los estudiantes. La preparación del docente suele ser más complicada y llevar más tiempo que la enseñanza en un salón de clases tradicional, y la observación del trabajo del estudiante cuando el docente está ausente físicamente también resulta un desafío, aun con el uso de grabaciones de video en vivo o transmisiones por internet. A pesar de estos desafíos, puede llevarse a cabo el trabajo de campo como parte de asignaturas en línea siempre y cuando el docente y los estudiantes tengan acceso a una computadora con acceso ininterrumpido a internet y apoyo cooperativo de parte de las instituciones y agencias comunitarias participantes. Si se trabaja en conjunto, los docentes de la asignatura, los supervisores del lugar y los estudiantes pueden hacer frente a los desafíos y garantizar una experiencia de campo exitosa.


Este artículo ha sido sometido a una revisión de pares.

Evelyn Villaflor-Almocera

Evelyn Villaflor-Almocera, MPH, MD, es profesora asociada del Departamento de Maestría en Salud Pública del Instituto Adventista Internacional de Estudios Avanzados (AIIAS) en Silang, Cavite, Filipinas. Obtuvo su Maestría en Salud Pública de AIIAS y su título médico del Colegio de Medicina Matias H. Aznar Memorial (Universidad Southwestern) en Cebu City, Filipinas. Ha estado enseñando clases en línea con componentes de trabajo de campo desde 2006. La doctora Villaflor-Almocera es autora del libro Healthy Foods, Healthy Lives [Alimentos sanos, vida sana], que fue publicado en 2017 por la Casa Editora Filipina, y ha escrito varios artículos para la revista Health and Home.

Citación recomendada:

Evelyn Villaflor-Almocera, “Evaluaciones auténticas del trabajo de campo en línea”, Revista de educación adventista Disponible en https://www.journalofadventisteducation.org/es/2019.81.2.4.


NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Andreas Ulovec et al., “Fieldwork as a Teaching Method―A Case Study Using GPS.” Una presentación a DynaMAT, el 25 de septiembre de 2013, en la Universidad Constantine the Philosopher en Nitra, Eslovaquia: https://www.coursehero.com/file/30155552/four-disadvantages-of-field-workdocx/.
  2. Glen T. Hvenegaard, “Making the Most of Fieldwork Learning Experiences” (7 de agosto de 2012): https://www.facultyfocus.com/articles/curriculum-development/making-the-most-of-fieldwork-learning-experiences/.
  3. Tim Hall, Mick Healey y Margaret Harrison, “Fieldwork and Disabled Students: Discourses of Exclusion and Inclusion”, Transactions of the Institute of British Geographers 27:2 (Junio 2002): 213-231.
  4. Ulovec et al., “Fieldwork as a Teaching Method―A Case Study Using GPS”.
  5. James F. McKenzie, Brad L. Neiger y Rosemary Thackeray, Planning, Implementing, and Evaluating Health Promotion Programs: A Primer, sexta ed. (New York: Pearson, 2017).
  6. Lisa M. Richardson entrevistó a Betsey Gray, director de campo de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Nueva Inglaterra, y Elizabeth Pringle-Hornsby, coordinadora nacional de campo del Centro Académico Virtual de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Southern California. Véase Lisa M. Richardson, “Field Learning in Online Social Work Programs”, The Field Educator 2:1 (Abril 2012): http://fieldeducator.simmons.edu/article/field-learning-in-online-social-work-programs/.
  7. Ibíd.
  8. Sunita Barker y Charmine E. J. Härtel, “Intercultural Service Encounters: An Exploratory Study of Customer Experiences”, Cross Cultural Management 11:1 (Marzo 2004): 3-14.
  9. Ronald L. Braithwaite et al., “Community Organization and Development for Health Promotion Within an Urban Black Community: A Conceptual Model”, Health Education 20:5 (Diciembre 1989): 56-60.
  10. Bobby Hobgood, “Becoming an Online Teacher”, International Association for Distance Learning:    http://www.iadl.org/uk/Aricle31.htm.
  11. Richardson, “Field Learning in Online Social Work Programs”.
  12. Hvenegaard, “Making the Most of Fieldwork Learning Experiences”, pár. 3.