Reseña de libro | Frank W. Hardy

Caminos que no se olvidan

Jorge Platon Maquera Sosa, Caminos que no se olvidan (Lima, Peru: Universidad Peruana Unión-Centro de Aplicación Editorial Unión, abril de 2019), Gerardo Medina León, ed. ISBN: 978-9972-604-67-6. 256 páginas (Tapa dura), PEN50/US$14.95.


Este libro fue escrito por Jorge Platon Maquera Sosa, quien es profesor de matemáticas educativas y director de la escuela de postgrado en educación en la Universidad Peruana Unión (UPeU), en Lima, Perú. Fue director de educación, en la Misión del Lago Titicaca, en el Campus Juliaca de la UPeU, y en la Unión Peruana del Norte. Basándose en muchos años de trabajo en educación, Maquera Sosa nos relata las historias de 22 jóvenes que aprendieron a reconocer la dirección providencial de Dios en sus vidas y a superar las dificultades para lograr un noble propósito. Ya que cada capítulo en el libro trata la historia de un estudiante diferente, el número de estudiantes es el número de capítulos. La motivación principal de cada individuo era recibir una educación cristiana y, más específicamente, estudiar en la UPeU.

La UPeU es una institución de educación superior del sistema Adventista del Séptimo Día, a la que se añadió una escuela de medicina en 2012. Tiene tres campus, en Juliaca, en Lima y en Tarapoto, todos en Perú. La Universidad también cuenta con la escuela de ingeniería y arquitectura, ciencias de la salud, humanidades y educación, ciencias de la administración y teología al igual que el área de estudios de postgrado.1

Los estudiantes de los cuales Maquera Sosa escribe experimentaron diferentes desafíos. Todos tenían alguna conexión con un adventista del séptimo día o eran miembros de la iglesia; todos tuvieron desafíos financieros y se enfrentaron a otras circunstancias. Pero todos aprendieron a colocar su confianza en Dios y desarrollaron una estabilidad de propósito y fuerza de carácter en el proceso que solo puede suscitar nuestra admiración. Algunos se enfrentaron a la oposición de sus familias; Por ejemplo, Mara, se crio en un orfanato y creció anhelando tener su propia familia. Algunos eran personas de talentos excepcionales que lograron conseguir becas, pero muchos eran personas ordinarias con las que el lector común se puede identificar.

En este mundo, los hijos de Dios vienen de “toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6, RVR1960)2 y crecen bajo toda clase de circunstancias imaginables, sin embargo, Dios tiene solo una norma para el comportamiento humano (Él es esa norma de comportamiento). Él puede ser justo con todos sus hijos y aún así guiar a cada uno por circunstancias que llevan la huella única de su propia individualidad.

Mi recomendación personal sería comenzar con la historia de Luana (capítulo 13). Las circunstancias de su nacimiento fueron tales que su supervivencia durante la infancia no estaba asegurada. Su familia tuvo que mudarse, pero nunca lograron llegar a su destino final; tuvieron que bajarse del autobús sin dinero para comida o alojamiento. Con el tiempo sus circunstancias cambiaron, pero aún así, debería haber sido completamente imposible para Luana poder asistir a una universidad adventista de alto nivel. Pero sobrevivió, Dios guio a su familia a través de todas las dificultades y ella pudo estudiar en la UPeU. Y Dios continúa guiándola hasta ahora.

Todas estas historias son inspiradoras y los lectores estarán en deuda con el autor por relatarlas.

Frank W. Hardy

Frank W. Hardy, PhD, obtuvo su doctorado en la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos, donde estudió lingüística. El Dr. Hardy está actualmente jubilado después de varios años de servicio en la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con oficinas en Maryland, EE. UU.

Citación recomendada:

Frank W. Hardy, Reseña del libro Caminos Que No Se Olvidan, Revista de Educación Adventista 82:1.

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Véase https://www.adventistyearbook.org/.
  2. Reina-Valera 1960 (RVR1960) Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.