Leni T. Casimiro • John Wesley Taylor V

Cómo robustecer la fe mediante la enseñanza en línea

Segunda parte: Implementación de la integración de la fe

Frente a las crecientes tendencias mundiales en el uso de modalidades en línea para la enseñanza y el aprendizaje, quizás uno de los mayores desafíos para los educadores adventistas sería, ¿Cómo podemos configurar las modalidades en línea para fortalecer la fe de los estudiantes? ¿Cómo poder ofrecer experiencias en línea que incorporen una clara identidad Adventista del Séptimo Día y estar alineada con la misión?

En el artículo anterior de esta serie (véase Cómo robustecer la fe mediante la enseñanza en línea, Parte 1), exploramos cómo los profesores adventistas pueden incorporar la experiencia de fortalecer la fe al planificar el aprendizaje en línea. Esta planificación intencional para la integración de la fe comienza con la determinación del diseño de la instrucción y la preparación del programa del curso, que luego impulsa la presentación de los módulos que lo conforman y los materiales de aprendizaje que se utilizarán. De igual importancia es la preparación personal del profesor, que debe aportar al curso una perspectiva cristocéntrica, con base bíblica.

Ahora pasamos del diseño y desarrollo del aprendizaje en línea a su implementación. Aunque varias estrategias de enseñanza pueden fortalecer la fe de los estudiantes inscritos en un curso en línea, consideraremos estrategias representativas probadas por los profesores que pueden agruparse en tres categorías: Contextuales, Conceptuales y Empíricas.1

Estrategias contextuales: Construir comunidades de aprendizaje que resulten en comunidades de fe

Un objetivo primordial del aprendizaje en línea es crear una comunidad de aprendizaje, cuyo logro determinará la seguridad y el éxito de la experiencia en línea.2 Esto puede llevarse a cabo de varias maneras tales como discusiones en grupo, proyectos de colaboración, investigación en grupo y tutorías para estudiantes.

Uno de los principales objetivos de la educación adventista es construir proactivamente comunidades de fe solidarias y conectadas. El logro de este objetivo contribuye directamente al desarrollo espiritual de los alumnos, pues el sentido de pertenencia suele preceder al sentido de creencia. Stephen y Mary Lowe observan, por ejemplo, que “un cristiano no puede lograr el reflejo integral de la plenitud de Cristo sin conexiones vitales con un ecosistema vibrante y saludable como es el cuerpo de Cristo”.3 Estas comunidades de fe, que fortalecen a los cristianos en desarrollo, son esenciales para llevar a cabo la transformación total de la persona a la imagen de Cristo.4 Por lo tanto, es vital, tanto en las aulas presenciales como en las clases en línea, que los educadores establezcan comunidades de aprendizaje que conlleven a la formación de comunidades de fe.

La mejor manera de construir una comunidad es reforzando la comunicación entre los miembros de la clase y fomentando la atención mutua. En una clase de estadística en línea, por ejemplo, el profesor creó una actividad llamada “Círculo de amigos de las 2 de la mañana”. Colocó a los estudiantes en parejas y les pidió que expresaran palabras de ánimo uno al otro cada mañana durante una semana. “A las 2 de la mañana” era solo un símbolo que representaba el sacrificio del tiempo personal para compartir una plegaria sobre alguna petición especial del compañero de clases. Los estudiantes comentaron que apreciaron el tiempo dedicado, lo que hizo que se conectaran más unos con otros.

Otra forma de fortalecer la comunidad de fe en línea es mediante la adoración y las experiencias devocionales. Comenzar clases con una actividad espiritual es típico en las escuelas adventistas. El momento de adoración o devocional, con cantos, oraciones y lecturas de la Biblia juntos, establece la atmósfera espiritual de la clase. Al transferirse las clases regulares al modo en línea, el toque personal del compañerismo se dificulta, pero con algunos ajustes puede lograrse. De hecho, la separación creada por la distancia física en un entorno virtual destaca la importancia de devocionales en línea interactivos, atractivos y creativos.5

Varios aspectos de la adoración pueden proporcionar experiencias de fe significativas para los estudiantes:

  1. La oración: Las escrituras ordenan, “Vengan, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor” (Salmo 95:6, NVI).6 Pablo pregunta, “¿Qué debo hacer entonces? Pues orararé con el espíritu, pero también con el entendimiento” (1 Corintios 14:15). Invite a uno de sus estudiantes a compartir sus peticiones y luego oren juntos por ellas y celebren cuando las oraciones son contestadas. También oren junto con sus estudiantes por sus peticiones. Una oración publicada en un foro de discusión o un mensaje privado a un estudiante tiene una calidad duradera.
  2. La alabanza y el agradecimiento: Se nos invita, “Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre” (Salmo 100:4), y “Por medio de Jesús, ofrezcamos un sacrificio continuo de alabanza a Dios, mediante el cual proclamamos nuestra lealtad a su nombre” (Hebreos 13:15, NTV). Pida a los estudiantes que den algunas razones específicas por las que adoran a Dios, y que compartan experiencias de su vida por las que están agradecidos.
  3. La música: Una vida centrada en la fe encuentra expresión a través de la música. “Canten al Señor con gratitud; canten salmos a nuestro Dios al son del arpa” (Salmo 147:7). “Cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón” (Efesios 5:19, NTV). Las canciones espirituales, especialmente si están conectadas con el tema o las experiencias de vida, son formas poderosas de imprimir la verdad de Dios en la mente de los alumnos. Aunque puede ser más difícil cantar juntos en un espacio en línea,  puede publicar enlaces de música inspiradora. También puede invitar a sus estudiantes a aportar grabaciones personales, que usted puede revisar y luego compartir con la clase. El objetivo es maximizar el impacto de la música, con creatividad y alegría.

Cuando involucramos a nuestros alumnos en devocionales y experiencias de adoración en línea, su vida espiritual se desarrolla y la fe se fortalece. Un estudiante, por ejemplo, declaró: “Me gustan mucho los devocionales en línea. Es la primera vez que participo en una clase en línea y encuentro que los devocionales son mucho mejores que los devocionales en el aula… debido a las interacciones entre los compañeros de clase. Dedicamos suficiente tiempo a discutir la palabra de Dios, compartimos las cargas… en el área de discusión, algo que no sucede en los devocionales del aula que duran solo unos minutos”.

Por lo tanto, cuando se comprometa con sus estudiantes en línea, pregúntese con frecuencia: ¿Qué puedo hacer para fortalecer la comunidad de fe en mi curso?

Estrategias conceptuales: Invitar a los alumnos a pensar cristianamente

Una de las formas en que podemos involucrar a nuestros estudiantes en línea en el pensamiento cristiano es mediante el diseño e implementación de discusiones enriquecedoras que fortalecen la fe. Maddox, Estep y Lowe nos recuerdan que “el éxito de los cursos en línea efectivos depende de la calidad de interacción en los foros de discusión en línea”.7 Los foros de discusión de un curso en línea son el centro de casi todas las actividades de aprendizaje de clase. Es donde las interacciones pueden contribuir al desarrollo de habilidades de pensamiento de orden superior, a la socialización y a la construcción de la comunidad.

Ya sea que la discusión se de en tiempo real o asincrónica, el beneficio de estas interacciones puede sobrepasar lo que se lee en los libros o lo que se obtiene a través de tareas tradicionales, ya que implica conectar el contenido del curso con la propia experiencia, expresarla, aclarar ideas disonantes, tomar resoluciones y posiblemente cambiar el curso de acción. Dado que el objetivo es la transformación espiritual, los alumnos deben tener la oportunidad de hablar de su fe, sus experiencias con Dios y principios bíblicos, no solo de leerlos.

Muchos de los beneficios de las discusiones en línea se logran a través de preguntas de discusión bien elaboradas y de interacciones cuidadosamente facilitadas. Guiar a la clase hacia discusiones que fortalezcan la fe es una tarea importante del profesor cristiano y un principio rector en la facilitación efectiva. A través de las discusiones que fortalecen la fe, los estudiantes en línea pueden:

Descubrir principios bíblicos en los temas de la clase. Un animado intercambio de ideas entre los miembros de la clase puede proporcionar a los estudiantes aplicaciones prácticas de los principios bíblicos, ayudar a aclarar dudas y confirmar el valor de ver los temas a través del lente de las Escrituras. Jesús usó preguntas para plantear puntos importantes. Preguntó, por ejemplo, “¿Quién dicen que soy yo?” (Mateo 16:15) para aclarar los puntos de vista y las expectativas de sus alumnos al respecto del Mesías.

Aclarar las suposiciones, evaluando cómo se alinean con una cosmovisión bíblica. Los temas de discusión pueden incluir: la naturaleza de la disciplina y cómo debe ser examinada; el origen, el significado, el propósito de la vida; y la naturaleza de la verdad y la realidad; así como nuestra relación con Dios, con otros seres humanos y con el mundo que nos rodea.

Indagar sobre el gran conflicto. Cada dimensión de la vida se ve afectada por el conflicto entre el bien y el mal. La narrativa de este tema da sentido a la vida. Aquí exploramos las formas en que nuestra disciplina ha sido moldeada por este conflicto cósmico.

Crear soluciones a los problemas utilizando los principios bíblicos. El aprendizaje basado en la resolución de problemas permite la aplicación directa de teorías y principios. Se puede pedir a los estudiantes que resuelvan problemas de la vida real utilizando principios bíblicos aprendidos en clase.

Desarrollar la conciencia y el compromiso de participar en la misión de Dios. A través del foro de discusión, podemos crear conciencia en nuestros alumnos sobre las oportunidades de participar en la misión como una extensión o resultado del tema de la clase. La participación y el intercambio de experiencias misioneras pueden llevar a los alumnos a asumir un compromiso de vida para ser parte de la comisión del evangelio (Mateo 28:18-20; Isaías 44:8).8

Otra forma importante de invitar a los estudiantes a pensar sobre la vida y el aprendizaje desde una perspectiva cristiana es examinar asuntos de la vida real. Los problemas éticos existen en todas las disciplinas y materias. Algunos de estos problemas son transversales, como el derecho a la privacidad, el vegetarianismo, la discriminación, la libertad de expresión, la explotación de los recursos naturales y el plagio. Otras asuntos pueden ser más específicas de una disciplina, como en la geografía o los estudios sociales: las políticas de inmigración, los asentamientos ilegales, la ayuda exterior y la deuda nacional y la eliminación de residuos; en las ciencias: el calentamiento global, la clonación, los derechos de los animales, la eutanasia y la energía nuclear; y en el área de tecnología: la piratería, hackear, netiqueta y la propiedad intelectual.

Cuando consideramos un problema, tal vez presentado como un estudio de caso, el objetivo es ayudar a nuestros estudiantes a desarrollar un razonamiento ético desde un marco bíblico. En este ámbito, hay dos consideraciones principales: (a) ¿Qué propósitos tenía Dios para este ámbito de la actividad humana? y (b) ¿Qué respuesta bíblica se requiere? A lo largo de nuestro estudio, debemos tratar de identificar los principios rectores y los valores morales con la intención de “enseñarle a mi pueblo a distinguir entre lo sagrado y lo profano, y mostrarle cómo diferenciar entre lo puro y lo impuro” (Ezequiel 44:23).

Cuando ponga en práctica el aprendizaje en línea, pregúntese: ¿Cuáles son los temas críticos de las asignaturas que enseño? ¿Cómo puedo abordar estos temas de manera que contribuyan al desarrollo moral de mis alumnos?

Estrategias empíricas: Motivar a los estudiantes a vivir una vida de fe

Joanne Jung señala que “en el corazón de un gran profesor está el deseo de invertir en los estudiantes, de hacer un impacto hacia diferencias observables en sus vidas”.9 Al enseñar nuestros cursos, tanto presencial como en línea, el aprendizaje debe conectarse con la vida. La fe debe vincularse a la experiencia.

Una forma de motivar a los estudiantes a vivir una vida de fe es promover la reflexión. Esto puede llevarse a cabo de varias maneras, como por ejemplo (a) proporcionando tiempo para la reflexión, (b) planteando asuntos para la introspección y la contemplación y luego (c) pidiendo a los alumnos que documenten estos procesos.

La reflexión, de hecho, es un componente clave del aprendizaje activo.10 Este  aprendizaje se produce cuando el estudiante tiene la oportunidad de reflexionar sobre su propio aprendizaje aclarar sus pensamientos, confirmar su comprensión y eliminar conceptos erróneos. La reflexión se vuelve aún más relevante cuando el objetivo es el desarrollo espiritual promoviendo una profunda conversación personal e íntima con Dios (Salmos 139:23-24).

Por ejemplo, en una clase de ciencias podemos pedir a los alumnos que examinen la relación entre la fe y la ciencia: ¿Cómo informa la fe a la ciencia? ¿De qué manera la ciencia informa a la fe? ¿Qué debe hacer el cristiano si la fe y la ciencia parecen contradecirse? También podríamos animar a los alumnos a explorar las evidencias relacionadas con los procesos de creación y restauración en el mundo natural. Para documentar el proceso contemplativo, los alumnos pueden anotar sus pensamientos en un diario de reflexión.

En una clase de matemáticas, al estudiar los coeficientes, podríamos preguntar: “¿Con qué compararías los coeficientes positivos y negativos de tu vida?” y asignar a los alumnos a que “escriban en su diario uno o más ejemplos de cómo las influencias positivas han mejorado su vida o cómo las influencias negativas podrían reducir su calidad de vida”. Sobre el tema de la recta numérica, podemos pedir a nuestros alumnos que consideren que hay un número infinito de puntos entre el cero y el uno y que cada uno de ellos puede representarse con un número real. A continuación, sugiérales que imaginen todas las personas que existen y han existido, señalando que cada una es única y especial. Por último, pídales que reflexionen sobre esta pregunta: “¿Quién soy yo para los demás, para mí mismo y para Dios?” Al hablar de los símbolos matemáticos, esta discusión podría llevar a la pregunta: “¿Qué represento?”

En términos más generales, podemos ofrecer oportunidades para que los estudiantes exploren las grandes preguntas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Hacia dónde voy? ¿Cómo sé lo que es correcto? ¿Qué ocurre a mi alrededor y dentro de mí? ¿Cuáles son las posibles soluciones?

En cuanto a un curso en línea donde los estudiantes tenían que meditar diariamente en una serie de pasajes bíblicos relacionados con el curso y registrar sus ideas en un diario de reflexión, un estudiante declaró: “Uno de los cursos que más recuerdo fue el de meditar en versículos bíblicos y escribir nuestras reflexiones diariamente. Lo hice, primero como un requisito, pero al disfrutar la palabra de Dios a diario, aprendí a amarla y finalmente se ha convertido en parte de mi horario diario. El curso ya terminó pero continué y ahora estoy en el libro de Romanos.”

Cuando imparta sus clases en línea, pregúntese: ¿Qué puedo hacer para ayudar a mis alumnos a reflexionar sobre su vida espiritual?

Integración de la fe en toda la institución

Para lograr su efecto más profundo, el objetivo de afirmar la fe de los estudiantes en línea debe llegar a ser un compromiso institucional. Los administradores y los profesores pueden desarrollar y poner en práctica una serie de actividades para fomentar la fe en relación con las clases en línea.

Semana de oración. Al organizar una semana de oración en línea, es importante destacar la participación. Los alumnos no deben limitarse a escuchar, sino también a hablar de su fe; no solo a leer las oraciones, sino que deben formar parte de la conversación con Dios. Mediante foros de reflexión y un jardín de oración en línea, se puede lograr una forma interactiva de adoración. Al seleccionar cuidadosamente el tema del evento, los alumnos de otras religiones también pueden sentirse involucrados. Se pueden asignar a los alumnos funciones como las de facilitadores de debates y moderadores de oración. Lo más importante es que sientan que el evento es una vía para acercarse al trono de la gracia de Dios.

Al experimentar esta semana de oración en línea, un estudiante de otra religión dijo: “Necesitaba una comunidad de personas que oraran para ayudarme a salir de esta etapa infantil y madurar realmente en la fe… Hermanos en Cristo, sigamos orando, creciendo y madurando en la fe”. Otra estudiante declaró: “Quiero alabar a Dios por las bendiciones de esta semana de oración. No solo me ha bendecido a mí, sino también a mi esposo, que ha estudiado los versículos de la Biblia conmigo también… Esto no solo fortaleció nuestra relación, sino lo más importante, nuestra fe, ya que ambos emprendemos nuestro viaje espiritual como una pareja nueva”. Y un estudiante de origen no cristiano escribió: “Me siento bendecido y privilegiado por estar con ustedes, queridos hermanos. Muchas gracias por todos los esfuerzos realizados para esta semana de oración y por compartir nuestro viaje espiritual juntos”.

Debido a la comunidad de fe que se creó, los estudiantes solicitaron que la semana de oración se extendiera como una característica recurrente de su experiencia de aprendizaje en línea.

Asamblea en línea. Periódicamente, una institución puede organizar una asamblea en línea en la que los estudiantes de diferentes niveles o programas puedan adorar juntos. Para asegurarse de que todos puedan asistir a la asamblea, se puede enlazar en las aulas virtuales de todas las clases e incluir la participación de estudiantes de todos los grupos. Aunque se puede invitar a alguien a que hable brevemente, para que el programa sea único, se pueden plantear preguntas de reflexión y los estudiantes pueden interactuar en el foro de discusión. Un estudiante reflexionó sobre estos eventos: “Espero que tengamos asambleas en línea frecuentemente. Me encanta la interacción con otras personas además de mis compañeros habituales. Esto lo hace más especial”.

Semana de énfasis misionero. Una variación de la semana de oración es convertirla en una semana de énfasis misionero. En ella, los estudiantes comparten las actividades y proyectos misioneros en los que participan y se les anima a adoptar un proyecto misionero en sus propias comunidades. Este énfasis en la misión es parte integral de la educación Adventista del Séptimo Día. La educación adventista, de hecho, se originó en respuesta a la misión y continúa existiendo para cumplir la gran comisión (Mateo 28:18-20). Como campo de capacitación para el desempeño en la misión, las escuelas adventistas no solo deben limitarse a promover la concientización de las actividades misioneras de la iglesia, sino que deben proporcionar a los estudiantes experiencias reales mientras desarrollan el compromiso personal de involucrarse  en la misión de por vida.

Conclusión

Pablo observó: “somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros” (2 Corintios 5:20). Pedro añadió, “El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios” (1 Pedro 4:11). Esta es la esencia de la integración de la fe: proporcionar a nuestros estudiantes un enfoque centrado en Dios, basado en la Biblia, orientado al servicio y dirigido por el cielo mediante una educación en línea que fortalece la fe.

Solo entonces el desarrollo espiritual y la formación del carácter cristiano tendrán lugar auténticamente en la vida de nuestros alumnos. Y solo entonces habremos proporcionado la mejor oportunidad para que ellos vean su vocación como un llamado divino, hayan solidificado un compromiso de vida con el testimonio y el servicio y hayan forjado una relación personal con Dios.

Solo entonces, como educadores cristianos, habremos cumplido el propósito final de la integración de la fe: “Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas” (Proverbios 3:6, énfasis añadido).


Este artículo ha pasado por la revisión de pares.

Leni T. Casimiro

Leni T. Casimiro, PhD, es director de AIIAS En Línea y profesor de Currículo e Instrucción y de Enseñanza en Línea en el Instituto Internacional Adventista de Estudios Avanzados en Silang, Cavite, Filipinas.

John Wesley Taylor V

John Wesley Taylor V, PhD, es director asociado del Departamento de Educación de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, en Silver Spring, Maryland, EE. UU. Ha sido profesor de filosofía educativa, tecnología e investigación; también ha impartido cursos en línea y ha desarrollado sistemas de aprendizaje en línea.

Citación recomendada:

Leni Casimiro y John Wesley Taylor V, “Cómo robustecer la fe mediante la enseñanza en línea, Segunda parte: Implementación de la integración de la fe”, Revista de Educación Adventista 82:4 (2020).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Estos grupos de integración de la fe se han descrito en John Wesley Taylor V, “Instructional Strategies for Integrating Faith and Learning,” The Journal of Adventist Education 63:5 (Summer 2001): 5-8, 12-14. Disponible en inglés en http://circle.adventist.org/files/jae/en/jae200163....
  2. Rena M. Palloff and Keith Pratt, Building Online Learning Communities: Effective Strategies for the Virtual Classroom (San Francisco: Jossey-Bass, 2007).
  3. Stephen D. Lowe and Mary E. Lowe, “Spiritual Formation in Theological Distance Education: An Ecosystems Model,” Christian Education Journal 3:7(1) (May 2010): 90.
  4. Ibid. Lowe y Lowe señalan además que “uno de los mecanismos para fomentar la transformación integral de la persona en la imagen de Cristo, individual y colectivamente, es a través de relaciones recíprocas sostenidas e interacciones mutuamente beneficiosas de diversos tipos dentro del vínculo de la comunión cristiana” (94). Este desarrollo integral de la persona, mental, físico, social, emocional y espiritual, es el resultado de las interacciones en el entorno o ecosistema de la persona.
  5. Los principios sobre cómo diseñar los devocionales en línea y los ejemplos de ideas de devocionales que fortalecen la fe se pueden encontrar en Leni Casimiro, “Creative Online Devotionals,” The Journal of Adventist Education 80:1 (enero-marzo 2018): 35-39. Disponible en inglés en https://www.journalofadventisteducation.org/en/2018.1.7.
  6. A menos que se indique lo contrario, todos los pasajes bíblicos en este artículo son tomados de la Nueva Versión Internacional (NVI). Santa Biblia, Nueva Traducción Internacional® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®. Usado con permiso de Bíblica, Inc.®. Reservados todos los derechos en todo el mundo. Los textos bíblicos indicados de la NTV son tomados de la versión de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.
  7. Mark A. Maddix, James R. Estep, and Mary E. Lowe, Best Practices of Online Education: A Guide for Christian Higher Education (Charlotte, N.C.: Information Age Publishing, 2012), 107.
  8. El enfoque misionero se desarrolla en Leni Casimiro, “Is Mission Possible Online? Exploring Mission-oriented Online Course Designs.” In Adventist Online Education: Realizing the Potential, Janine Lim and Anthony Williams, eds. (Cooranbong, New South Wales, Australia: Avondale Academic Press, 2018), 19-36.
  9. Joanne Jung, Character Formation in Online Education (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 2015), 19.
  10. University of California, Davis, “Learning Activities and Active Learning Online: Designing and Teaching for Impact in Online Courses,” (n.d.): https://canvas.ucdavis.edu/courses/34528/pages/learning-activities-and-active-learning-online.