La educación Adventista del Séptimo Día ha sido moldeada por sus primeros defensores y pioneros. Dentro de este grupo encontramos a Jaime y Elena White, Martha Byington, Goodloe Harper Bell, J. N. Andrews, W. W. Prescott, Frederick Griggs, E. A. Sutherland y Percy T. Magan. Todos estos nombres son conocidos, incluso hoy, por muchos educadores adventistas. Aunque quizás sean menos conocidos, otros individuos también hicieron contribuciones significativas. Entre ellos Mahlon Ellsworth (M. E.) Olsen.

Los primeros años (1873-1899)

M. E. Olsen nació en 1873, hijo de Ole (O. A.) y Jannie Olsen, que emigraron por separado a temprana edad de Noruega a Estados Unidos. Los padres de O. A. Olsen, tras establecerse en el sur de Wisconsin, fueron los primeros escandinavos en unirse a la denominación adventista. Jaime White, uno de los fundadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, se interesó especialmente por Ole y a menudo se refería a él como “mi muchacho”.1

De niño, Mahlon Olsen conoció personalmente a Jaime y Elena White. Los oyó hablar en reuniones de campamento y fueron invitados a la casa de los Olsen. Mahlon recordaba: “En su primera visita examinaron nuestra pequeña colección de libros, algo deteriorada, y antes de irse enriquecieron nuestra pequeña biblioteca con cuatro volúmenes de historias que llevaban el título de Lecturas Sabáticas. La Sra. White había seleccionado ella misma las historias de estos libros, que eran muy fáciles de leer”.2

Mahlon y su hermano mayor, Alfred Berthier Olsen, se sentían como en casa con la Sra. White, ya que a ella no parecía importarle que jugaran. Les escribía mensajes personales en los álbumes de autógrafos de los hermanos. Mahlon Olsen escribiría más tarde: “Nosotros, los niños, teníamos tíos favoritos, pero ni siquiera los parientes cercanos se ganaron más completamente nuestros corazones y afecto como James y Elena White”.3

En 1886, se le pidió a O. A. Olsen que sirviera como misionero, y la familia se trasladó a Cristianía (Oslo), Noruega. En el verano del año siguiente, la Sra. White visitó a la familia Olsen. Juntos celebraron la primera reunión de campamento adventista en Europa, con Elena de White como oradora invitada.4

O. A. Olsen fue llamado a ser presidente de la Asociación General en 1888, y la familia regresó a Estados Unidos. Allí, en Battle Creek, Michigan, Mahlon conoció a una persona que influiría significativamente en su vida. Goodloe Harper Bell había regresado recientemente a Michigan tras su mandato como director de la Academia de South Lancaster en Massachusetts. Olsen deseaba estudiar literatura, y una mañana temprano encontró al profesor sentado en el borde de su porche, vestido con pantalones de mezclilla y con un destartalado sobrero de paja. “El porte del hombre me impresionó de inmediato con una sensación de dignidad y sencillez”, recordó Olsen más tarde.5

Después de asegurarse de que Olsen tenía un interés genuino en el estudio de la literatura, Bell aceptó ser su tutor. Así comenzó, en palabras de Olsen, “la parte más satisfactoria y fructífera de mi educación”.6 Olsen llegó a admirar especialmente a Wordsworth, el poeta favorito de Bell. A lo largo de la vida de Olsen, Bell seguiría siendo su inspiración; y aunque ocupó directamente solo una docena de años de su vida, la enseñanza del inglés y especialmente de la literatura iba a ser el trabajo más querido por Olsen.

Mahlon E. Olsen asistió al Colegio de Battle Creek de 1890 a 1894, donde se graduaría del curso clásico con una Licenciatura en Artes.7 Después de la graduación, Mahlon se convirtió en secretario de su padre, que todavía era presidente de la Asociación General. También comenzó a cursar estudios avanzados de inglés en la Universidad de Michigan, donde su hermano, Alfred, estudiaba medicina.8 Durante estos años, Olsen escribiría sus primeros artículos para la Revista Adventista [The Advent Review and Sabbath Herald],9 una actividad que daría lugar a casi 300 artículos en revistas adventistas a lo largo de su vida.

En 1899, por ejemplo, Olsen informó sobre la Escuela de Capacitación del Sanatorio de Battle Creek, que tenía un programa por correspondencia recientemente desarrollado: “Hay otra gran clase de jóvenes, así como aquellos de edad más avanzada, que desean dedicarse a la labor médica misionera, pero no pueden gastar el tiempo y el dinero para tomar un curso en uno de nuestros sanatorios. Para satisfacer las necesidades de estos jóvenes se creó el Departamento de Correspondencia de la Escuela de Capacitación”.10

El estudio por correspondencia se convertiría en un tema dominante más adelante en la vida de Olsen.

Temas de salud y educación (1900-1909)

En 1900, se le pidió a Mahlon que ayudara a su hermano, Alfred, en la obra sanitaria adventista en Inglaterra. Al año siguiente, los hermanos lanzaron una revista mensual, Good Health [Buena Salud], y Mahlon escribió un artículo titulado “Juvenile Smoking” [“Fumar entre los jóvenes”] para el primer número. Cuando las suscripciones llegaron a 50,000 en el décimo mes de publicación, se aumentó el tamaño de la revista. Este primer número ampliado llevaría una historia del Sanatorio Battle Creek escrita por M. E. Olsen.

En 1903, M. E. Olsen se convirtió en editor jefe de Good Health.11 Tres años más tarde, había 75,000 suscripciones a la revista y se entregaban ejemplares gratuitos en las principales bibliotecas públicas británicas. Good Health era ahora la revista de salud con mayor circulación en Gran Bretaña.12

En 1906, los hermanos Olsen publicaron conjuntamente el libro The School of Health [La escuela de la salud], que pretendía ser un manual para laicos, una escuela para adultos.13 Ese año, M. E. Olsen también publicó su propio libro, Out-of-Door.14 Estaba dedicado a Thedore Roosevelt, el presidente al que Olsen admiraba mucho por que le gustaba el aire libre. El libro incluía referencias sobre los paseos y correr para tener buena salud, algo sorprendente en una época en la que estos conceptos eran, en gran medida, del futuro.

En el libro, Olsen también comenzó a delinear sus ideas educativas. Observó que los educadores se centraban casi exclusivamente en el desarrollo mental y moral, excluyendo la cultura física. “Parecen olvidar”, escribió, “que los niños pequeños tienen cuerpo además de mente”. Olsen consideraba el juego como algo educativo y aconsejaba que los niños de 5 años necesitaban un patio de recreo más que los libros. A continuación declaró: “Si la mitad del tiempo que los niños dedican al trabajo cerebral lo dedicaran al desarrollo físico, el progreso mental real sería mayor”.16

Durante su estancia en Inglaterra, Olsen fue delegado en la convención de educación de 1906 celebrada por la Iglesia Adventista. Una acción importante tomada en estas reuniones fue la decisión de que la denominación debería respaldar un curso de estudios de 16 años. Un resumen del discurso de Olsen ante la convención apareció en The Advent Review and Sabbath Herald: “Nuestras escuelas no solo deberían ser iguales, sino que deberían superar a las mejores escuelas del mundo en cuanto a la cantidad de trabajo intelectual minucioso que se requiere”.17 Aconsejó a los profesores que no descuidaran el progreso intelectual y sugirió que una parte de las vacaciones de verano se dedicaran a la formación avanzada. La persona bien educada”, observó, “no piensa tanto en dónde está, sino hacia dónde va”.18

En el número de marzo de 1909 de la revista Good Health, Olsen, ya editor, abordó el tema de la educación sexual. Al escribir sobre las tentaciones de inmoralidad a las que se enfrentan los jóvenes afirmó, “El remedio es la educación. A todos los niños hay que enseñarles los principios básicos de higiene y fisiología . . . y cuando llegue el momento adecuado, se debe impartir un conocimiento de las verdades sexuales por instructores de mente pura (preferiblemente los padres) que satisfaga la curiosidad legítima y proteja contra los hábitos impuros”.19

Durante sus años en Inglaterra, Olsen había decidido obtener un Doctorado en Inglés. Ya había pasado gran parte de 1908 en Estados Unidos con ese fin, y ahora sentía que debía dedicarse de tiempo completo a completar su programa de estudios.

Trabajo en varios colegios (1909-1923)

En 1909, Olsen completó, a sus expensas, un Doctorado en Literatura Inglesa en la Universidad de Michigan.20 Fue el primer Adventista del Séptimo Día en obtener un doctorado en inglés y solo el segundo en recibir un grado doctoral.21 La disertación de Olsen, Evolución en la prosa bíblica, sería posteriormente condensada y publicada por la denominación en forma de libro. En la sede de la denominación, los dirigentes se enfrentaban a un problema. La iglesia mundial pedía misioneros más rápido de lo que se podía suministrar. Como respuesta a esta necesidad, se organizó el Seminario de Misiones Extrajeras de Washington en Takoma Park, Maryland, en 1907, con el propósito de dar una formación práctica para el servicio misionero. Dos años más tarde, su director, J. L. Shaw, solicitaría al recién nombrado Dr. Olsen que fuera a enseñar inglés en la institución.

Durante su primer año de enseñanza, Olsen conoció a Lydia Christensen, hija de un ministro danés. Ella había viajado al seminario para aprender inglés y vivía en la casa del presidente de la Asociación General, A. G. Daniels, un gran amigo de Olsen. Lydia se inscribió en una de las clases de inglés de Olsen y pronto este le dio clases particulares de inglés. Al final del año escolar, Mahlon y Lydia se comprometieron y se casaron ese mismo verano en Dinamarca, para luego regresar a Takoma Park.22 En el espacio de cinco años, cuatro hijos completaron la familia Olsen: Louise, Alice, Olan e Yvonne.

Durante sus años como profesor de inglés en el seminario, Olsen se dedicó intensamente a escribir el libro A History of the Origin and Progress of Seventh-day Adventists [Una historia del origen y el progreso de los Adventistas del Séptimo Día]. Su propósito era reproducir “la vida de los primeros comienzos” y seguir los desarrollos pioneros de la Iglesia Adventista a media que se desplazaba por el mundo.23 Los artículos de The Advent Review and Sabbath Herald, las experiencias de primera mano y las entrevistas y la correspondencia con los misioneros fueron sus principales fuentes.

El proyecto, sugerido por primera vez por el presidente de la Asociación General, A. G. Daniels, comenzó a finales de 1909 y continuó durante todo este periodo. Los capítulos fueron presentados a W. C. White y A. G. Daniels para su crítica.24 W. A. Spicer, S. N. Haskell, J. N. Loughborough, Frederick Griggs y otros ayudaron con ideas y materiales.

Sin embargo, Olsen empezó a encontrar dificultades mientras escribía la historia. El trabajo le estaba llevando mucho más tiempo de lo que había previsto.25 Una de las dificultades era que Olsen seguía enseñando inglés cuatro o cinco días a la semana en el seminario. Otro problema era que Edson White no cooperaba en el suministro de materiales sobre la obra adventista en el sur de Estados Unidos. Había surgido una disputa en la familia White, y ni siquiera W. C. White podía ayudar a resolver la situación.26

Sin embargo, en 1923, Signs of the Times publicaría una serie de 13 artículos que resumía la historia de Olsen cuando esta estaba a punto de completarse. El libro, la primera historia formal de la denominación, se publicaría finalmente en 1925, 16 años después de su inicio. “Si al principio me hubiera dado cuenta de las dificultades a las que me enfrentaría”, escribió Olsen, “me temo que habría rechazado la tarea”.27 Sin embargo, la perseverancia de Olsen prevaleció.

Tres capítulos del libro estaban dedicados a trazar el desarrollo de una filosofía educativa y de las instituciones educativas. Se trataba de un énfasis importante en una época en que la labor editorial aún empleaba al mayor número de trabajadores capacitados de la denominación. En un comentario dedicado a su querido profesor Bell, Olsen señaló que antes de convertirse en “el verdadero fundador de la escuela de Battle Creek”, Bell ocupó “cargos en algunas de las mejores escuelas del estado”.28

Olsen creía que las escuelas adventistas eran agencias evangélicas y que existían con el propósito expreso de preparar a los jóvenes de la iglesia para la vida y para la eternidad. Las características más sobresalientes de estas escuelas eran que la Biblia se enseñaba en todos los grados académicos, se enfatizaba el trabajo manual y los hábitos físicos correctos y que se promovían las actividades misioneras. “Las escuelas adventistas nacieron de una necesidad espiritual”, escribió, “para servir a las necesidades de un movimiento espiritual”. 29

En junio de 1910 se celebró en Berrien Springs una convención educativa en la que Olsen fue delegado. En la convención se debatieron, entre otros asuntos, los libros de texto y la cualificación de los profesores universitarios. Durante un debate sobre la educación superior, Olsen, que tenía uno de los pocos títulos de doctorado en la denominación en ese momento, se levantó y declaro: “Yo mismo nunca me he sentido libre de animar a nuestros jóvenes a buscar una educación en la universidad, ni siquiera para un trabajo avanzado especial, excepto en circunstancias que parezcan aconsejables. . . . El hecho, sin embargo, de que no es prudente que nuestros jóvenes vayan a las universidades del país, es un argumento muy poderoso en favor de elevar el nivel de nuestros propios colegios. . . . Para que esto sea posible, necesitamos mejores bibliotecas, mejores laboratorios y otras instalaciones, y un cuerpo de profesores de altamente capacitados. De este modo, podríamos hacer un poco de trabajo de posgrado en nuestras propias universidades, lo que reduciría aún más la necesidad de buscar ayuda de instituciones externas”.30

En 1917, la Academia de South Lancaster, la escuela que Bell había fundado en 1882 en Massachusetts, llamó a Olsen para que ejerciera como director. Sin embargo, Olsen descubrió que el papel como administrador educativo era más difícil de lo que había imaginado. Esto se debía en parte a las múltiples responsabilidades que tenía como director, administrador financiero, profesor de inglés y superintendente de los profesores del área industrial. Además, Olsen se esforzaba por terminar el libro sobre la historia adventista.31

Después en la convención, Olsen enfatizó que debían establecerse sólidos departamentos de formación de maestros en los principales colegios para que los maestros de las escuelas de iglesia pudieran prepararse en las instituciones adventistas. Al cierre de la convención, Olsen recomendó que el Departamento de Educación de la Asociación General apoyara la publicación de una revista educativa.

Bajo el liderazgo de Olsen, la institución cambió su nombre a Lancaster Junior College (LJC). En 1919, Olsen informó que el LJC estaba desbordado con la mayor matrícula que jamás había alcanzado. Anunció que el énfasis en el trabajo escolar se colocaba en las materias más prácticas como hidroterapia, carpintería, costura, cultura física y agricultura. El propósito del LJC, declaró, era formar trabajadores cristianos. En 1920, Olsen observó que de sus puertas habían salido 138 misioneros. Esta ocasión se celebró en una ceremonia especial que incluyó un discurso de dedicación de J. L. Shaw.32

En 1920, Olsen aceptó una oferta para dirigir el departamento de inglés de Union College en Lincoln, Nebraska. Mientras estuvo en Union, bajo el fuerte liderazgo del director Harvey Arch Morrison, el colegio recibió la acreditación de junior college y la matrícula subió a un nivel máximo. Sin embargo, Morrison fue llamado al Colegio Misionero de Washington en Tacoma Park, Maryland, en 1922; y un nuevo líder, O. M. John, fue seleccionado para Union College. El clima educativo adventista también estaba cambiando. La dirección progresista que se percibía anteriormente en el Departamento de Educación de la Asociación General bajo Frederick Griggs estaba dando paso a una perspectiva más tradicional. Este cambio ejercía una influencia en los acontecimientos que pronto ocurrían en Union College.

Bajo la dirección de Olsen se había establecido un programa progresista en el Departamento de Inglés. Sin embargo, en 1923 surgieron problemas de los que ya se hablaban en el departamento. Olsen fue llamado sumariamente ante la junta y lo despidieron después de 29 años de servicio en la denominación. La junta justificó su acción afirmando que estaban ansiosos por recortar gastos. Sin embargo, parte de este movimiento repentino se debió a factores políticos. Al parecer, el otro profesor de inglés deseaba dirigir el departamento y tenía simpatizantes en la junta. Una causa más profunda tal vez, radicaba en ciertas cuestiones relativas a los libros que Olsen exigía como lectura para sus clases de inglés.33

Aunque pensaba que sus hermanos se habían equivocado, Olsen no estaba amargado. Su problema era decidir qué debía hacer a continuación. El 30 de marzo de 1923, Olsen le escribió a su viejo amigo, J. L. Shaw, que para entonces era tesorero de la Asociación General.34 Le explicó su situación y expresó su deseo de continuar como obrero denominacional si era necesario. Olsen también señaló que alguien le había preguntado si estaba dispuesto a trabajar en la Escuela por Correspondencia de Fireside, que era administrada por la Iglesia Adventista. “Si hubiera un deseo de ampliar ese trabajo, de hacer un trabajo de campo agresivo y de ponerlo sobre una base más remunerada, así como de fortalecer los estándares, si hubiera una vacante real, creo que lo disfrutaría completamente”. Olsen cerró su carta depositando valientemente la culpa de la situación en Union College sobre sí mismo. “Tal vez haya algo muy malo en mí. De todos modos, quiero aprender la lección y aprenderla rápidamente”.

Shaw le respondió el 18 de abril. El caso de Olsen había sido considerado en el Consejo de Primavera de la Asociación General, pero todavía no se había hecho ningún nombramiento.35 Sin embargo, sin que Olsen lo supiera, Shaw ya había sido nombrado miembro de un comité para encontrar un trabajo para Olsen dentro de la denominación y había sugerido que Olsen dirigiera la escuela de Fireside.

Dirigir la Escuela por Correspondencia (1923-1946)

La Iglesia Adventista del Séptimo Día había intentado abrir varias escuelas por correspondencia a principios de siglo. En la década de 1880, Goodloe Harper Bell había iniciado un curso de inglés por correspondencia.36 Aunque estaba bien preparado, no duró mucho debido a las limitaciones financieras. A principios de la década de 1890, E. A. Sutherland comenzó a impartir cursos por correspondencia en el Colegio de Walla Walla. La Academia de Keene siguió su ejemplo y desarrolló su propia escuela por correspondencia.37

Sin embargo, en pocos años, la Academia de Keene, el Colegio de Walla Walla y el Instituto del Sanatorio de Battle Creek sobre el que Olsen había informado, habían cerrado sus programas por correspondencia. Sin embargo, la idea de las escuelas por correspondencia no desapareció en la mente de uno de los principales líderes educativos de la iglesia, Frederick Griggs. Bajo su dirección se fundó en 1909 la Escuela por Correspondencia de Fireside, ubicada en Washington, D. C. Era de conocimiento general que se estableció con el propósito principal de ayudar a aquellos que, por cualquier razón, no podían asistir a las escuelas con internados.38

En la primera reunión del consejo, W. E. Howell fue designado como director. Sin embargo, el Departamento de Educación pronto empezó a absorber más tiempo de Howell, y se le pidió a C. C. Lewis, antiguo director de Union College, que asumiera el cargo en 1913. Sin embargo, una enfermedad obligó a Lewis a dimitir en 1922 y Clifton Taylor se convirtió en el director.

Fue a este puesto como director de Fireside que Olsen fue llamado en 1923. Tal vez los líderes de la iglesia recordaron la promoción anterior de Olsen de la escuela por correspondencia del Sanatorio de Battle Creek. Tal vez esta decisión se basó en parte en el compromiso de Olsen con la educación. También podría ser que el puesto estuviera disponible en un momento oportuno de la carrera de Olsen y que la influencia de J. L. Shaw fuera un factor importante.

En todo caso, Olsen no tardó en llegar a Washington y se dedicó enérgicamente a su trabajo en Fireside. Al final de su mandato, Olsen crearía la escuela por correspondencia hasta convertirla en una institución que abarcaba desde la enseñanza primaria hasta la universitaria y que serviría a todo el mundo.

Durante ese primer año en Fireside, Olsen llevó a cabo una revisión general de los cursos a fin de que los internados adventistas pudieran dar pleno crédito del trabajo por correspondencia. También comenzó una intensa promoción de Fireside. En un informe en 1930 a la Asociación General señaló que el número de estudiantes matriculados había aumentado de 559 en 1923, a 2.711. Los estudiantes representaban más de 50 países. Olsen enfatizó que el propósito de la escuela por correspondencia era hacer un trabajo de extensión para todos los colegios adventistas. Concluyó su presentación afirmando que “el movimiento adventista es esencialmente educativo”.39

En un artículo de primera plana de The Advent Review and Sabbath Herald, Olsen advirtió que solo la mitad de los jóvenes de la Iglesia Adventista asistían a escuelas denominacionales. Los demás, se lamentaba, asistían a instituciones en las que abundaba el ateísmo. Entonces observó que la educación por correspondencia era cada vez más popular e invitó a los jóvenes a inscribirse en Fireside. Sin embargo, antes de terminar, introdujo una advertencia: “La primera opción para nuestros jóvenes debería ser la escuela de iglesia presencial”.40 Sin embargo, si eso no era posible, la escuela por correspondencia estaba disponible.

Para finales de 1927, Olsen observó que Fireside era la mayor escuela de la iglesia en términos de matrícula.41 En 1930, la junta de Fireside votó para solicitar el reconocimiento del Consejo Nacional de Estudios en el Hogar (National Home Study Council),42 y el 24 de septiembre, a sugerencia de Olsen, se adoptó un nuevo nombre: Home Study Institute (HSI por sus siglas en inglés; instituto de estudios en el hogar). HSI fue proclamado como la división de extensión de colegios y academias adventistas. Hasta la mitad de los estudios universitarios se podrían realizar a través del HSI, y los créditos serían aceptados en los colegios y universidades de la iglesia.

Sin embargo, en 1931, los efectos de la Gran Depresión se hicieron sentir y las inscripciones en HSI se redujeron considerablemente. Para no verse superado por las circunstancias, Olsen comenzó a promover un curso de técnicas de venta, en el que predecía mantener a sus estudiantes alejados de la miseria. Ese mismo año, HSI estableció una sucursal en China y votó solicitar la acreditación de la asociación de extensiones de la Universidad Nacional (National University Extension Association).

Un reporte a la Asociación General de 1936 señalaba que HSI había matriculado a más de 28,000 estudiantes desde su creación. Tres campus del Instituto estaban en funcionamiento: en Asia, Australia y el sur de Europa.44 Sin embargo, en septiembre de 1937 se recibió un impactante telegrama de W. A.  Scharffenberg en el que informaba que habían saqueado el campus del HSI en Shanghái, China y que había sufrido pérdida total. Este desastre, sin embargo, sería compensado ya que pronto se aprobó un nuevo campus para el sur de Asia.

La Revista de Educación Verdadera (The Journal of True Education), cuya idea Olsen había apoyado de corazón en 1910, comenzó a publicarse finalmente en 1939.El primer número llevaba un artículo titulado “La educación cristiana con la ayuda del cartero”, escrito por M. E. Olsen.45 A lo largo de los años siguientes, Olsen escribiría varios artículos para la revista, en los que expondría su filosofía de educación.

Olsen aboga, por ejemplo, por que el profesor y los alumnos se embarquen juntos en “un viaje de descubrimiento”. Deben ir más allá de los hechos de las personas y acontecimientos, para llegar a los motivos y significados más profundos. Los principios no deben explicarse en su totalidad, sino solo insinuados, dejando que los alumnos formen sus propias conclusiones. Los profesores deben esforzarse por desarrollar en sus alumnos patrones de conducta que les sirvan de guía a lo largo de la vida. Para ello, primero deben ponerse en el lugar de cada alumno.46  

Sin embargo, las relaciones del HSI con los otros colegios adventistas no siempre estuvieron exentas de sobresaltos. En 1942, por ejemplo, se le tuvo que dar un reembolso a George Vandeman “a petición del Colegio Misionero Emanuel en Berrien Springs, Michigan para que dedicara toda su atención a los cursos que estaba tomando en el colegio”.47 En ese momento, también se consideró si el HSI debía convertirse en un departamento de extensión de uno de los colegios. En 1945, la elección se redujo al Colegio Misionero de Washington y Olsen formó parte de un comité establecido para estudiar la propuesta.

Los últimos años (1946-1952)

En 1946, a la edad de 73, Olsen solicitó la jubilación, después de haber servido durante casi 23 años como líder de la escuela por correspondencia. Tras su jubilación, Olsen dedicó gran parte de su tiempo a escribir. Uno de sus primeros proyectos fue adaptar su disertación sobre la Biblia King James (en inglés) para su publicación y promoción por la Asociación Ministerial Adventista. A principios de ese año había aparecido una versión reciente del Nuevo Testamento, la revisión estándar, que se promocionaba como sustituta de la antigua versión King James. Olsen, sin embargo, no compartía el entusiasmo popular y declaró: “Es poco probable que sustituya a ese clásico tan querido”.48 No obstante, señaló que la versión estándar revisada daba muestras de un muy buen trabajo. En tono irónico, también la elogió “por conservar intactos para nosotros tantos buenos pasajes de la versión King James”.49 Sin embargo, el propósito general del libro era más amplio y trataba de rastrear la historia de las traducciones de la Biblia inglesa desde sus comienzos.

El último gran proyecto de escritura de Olsen, terminado pocas semanas antes de su muerte, culminó con la publicación del libro Much-loved Books. En esta obra final, Olsen resumió su filosofía: “Se debe vivir la vida con alegría”.50 Los libros bien elegidos contribuirían en gran medida a esta alegría de vivir. Aunque Olsen no creía que la Biblia fuera el único libro necesario, sí exaltaba las Escrituras como la más grande de todas las literaturas, el gran drama mundial. Sin embargo, señaló que la Biblia era más que una simple gran obra de literatura; tenía el poder de transformar la vida.

Olsen procedió a examinar el valor de las obras literarias de Lutero, Wordsworth, Thoreau, Charles Lamb, Whittier, entre otros. También dedicó un capítulo a Jaime y Elena White en el que escribió:

“Siento que mi vida se ha enriquecido, no solo por los contactos personales con Elena G. de White, sino también por haberme familiarizado con sus escritos. Creo firmemente que una lectura atenta de sus libros profundizará la experiencia cristiana de uno y lo capacitará para prestar un servicio más eficiente al Maestro”.51

En 1952 se cerraron las páginas de la vida de Olsen. Fue una vida bien vivida como promotor de la salud, historiador de la iglesia, prolífico escritor, administrador universitario y pionero de la educación adventista.


Este artículo fue publicado originalmente en la Enciclopedia de los Adventistas del Séptimo Día y se puede consultar en este sitio web (en inglés): https://encyclopedia.adventist.org/article?id=B9WQ&highlight=olsen.

John Wesley Taylor V

John Wesley Taylor V, PhD, EdD, es director asociado de educación de la Iglesia mundial Adventista del Séptimo Día. Es representante del departamento de educación de la Asociación General para la educación superior y consejero de las divisiones Interamericana, Intereuropea, Norasiática del Pacífico, y las Uniones de China y del Medio Oriente y del Norte de África. También es secretario ejecutivo de la Asociación Acreditadora Adventista y presidente del consejo de la Revista de Educación Adventista. Para contactar al Dr. Taylor, puede escribirle al correo electrónico: [email protected].

Citación recomendada:

John Wesley Taylor V, “Mahlon Ellsworth Olsen: Educador Adventista Pionero,” Revista de Educación Adventista 83:2 (2021).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. M. M. Olsen, Memories and Experiences (Copenhagen: circa. 1936, translated by Dyre Dyresen in 1978), 9. Retrieved from Andrews University Heritage Center.
  2. M. E. Olsen, Much-Loved Books (Washington, D. C.: Review and Herald, 1952), 55.
  3. Ibid., 57.
  4. Las reuniones campestres eran una idea novedosa para el continente, y aunque un buen número asistía a las reuniones, solo había dos tiendas de campaña familiares: una para la Sra. De White y sus secretarias y otra para los Olsen.
  5. M. E. Olsen, “Recollections of Prof. G. H. Bell,” The Youth Instructor 68:20 (May 18, 1920): 4.
  6. Ibid., 5.
  7. El 19º Calendario Anual [1894] presentó a Urías Smith como presidente de la junta de gobierno. Otros miembros de la junta incluían a J. H. Kellogg, O. A. Olsen y W. W. Prescott, su secretario. George W. Caviness era el director del colegio. Entre los profesores figuraban P. T. Magan en historia y Frederick Griggs en el departamento de inglés. El catálogo académico señalaba que todos los estudiantes del colegio debían trabajar una hora cada día y que se celebraban servicios adoración cada mañana.
  8. D. F. Neufeld, ed., “Alfred Berthier Olsen,” Seventh-day Adventist Encyclopedia (Washington, D. C.: Review and Herald, 1976).
  9. El primer artículo, “Christian Growth” en The Advent Review and Sabbath Herald 73:18 (May 5, 1896): 277, presenta el crecimiento en tres partes de los seres humanos: spiritual, intelectual y físico.
  10. M. E. Olsen, “Home Training in Medical Missionary Work,” The Advent Review and Sabbath Herald 76:30 (July 25, 1899): 480. Esta correspondencia pretendía ser internacional y uno de los estudiantes residía tan lejos como Joppa, Palestina. El curso consistía en 100 lecciones, dos de las cuales serían recibidas y completadas por el estudiante cada semana. Las lecciones se corregían en Battle Creek y se devolvían al estudiante. La escuela de correspondencia de Battle Creek duró varios años y logró una matrícula considerable (M. E. Olsen, “An Education for Everybody Who Wants It,” ibid., [October 18, 1934]: 20, 21).
  11. Por esa misma época se lanzó una edición de la revista en India, a la que siguieron ediciones en las Indias Occidentales y en Sudáfrica.
  12. M. E. Olsen, comentario editorial, Good Health 5:7 (December 1906), 200, 201.
  13. A. B. Olsen and M. E. Olsen, The School of Health (London: International Tract Society, 1906), 19. Los hermanos también prepararon un libro de cocina, One Hundred Hygienic Food Recipes, que resultó ser popular.
  14. M. E. Olsen, Out-of-Doors (Mountain View, Calif.: Pacific Press, 1910). Este libro se publicó primero en Inglaterra en 1906.
  15. Ibid., 17.
  16. Ibid., 18.
  17. _________, “Thoroughness in Preparation for Our Work,” The Advent Review and Sabbath Herald 83:36 (September 6, 1906): 24.
  18. Ibid., 25.
  19. __________, “Editorial Chat,” Good Health (March 1909): 67.
  20. Un par de años antes, M. E. Olsen había obtenido un grado de Maestría de la misma institución. En el reporte del rector de la Universidad de Michigan el 22 de septiembre de 1904, Mahlon Ellsworth Olsen aparece en la lista de los “Candidatos al grado de Maestría” de 1905, en la página 28 con concentración en retórica y una subespecialidad en literatura inglesa y estética. Disponible en línea: http://books.google.com.gh/books?id=UG-fAAAAMAAJ.
  21. El primer doctorado fue obtenido por B. J. Wilkenson el año anterior en la Universidad George Washington, en el área de historia.
  22. Louise Walther a John Wesley Taylor V, correspondencia, 23 de octubre de 1984.
  23. M. E. Olsen a W. C. White, 19 de diciembre de 1912. Ellen G. White Research Center.
  24. Olsen le escribió a W. C. White, “De esto puedes estar seguro, no se me ocurriría poner en la imprenta ningún capítulo que trate de la obra de tu padre y tu madre y de otros primeros pioneros sin obtener antes toda la ayuda posible de tu parte”. Ibid.
  25. El 19 de diciembre de 1912, Olsen escribió una carta extensa a W. C. White, en la que indicó: “Confieso que algunas cosas me tomaron más tiempo de lo que esperaba, pero he estado ansioso de que no fuera necesario hacer el trabajo dos veces. Si la historia representa algo menos de lo que soy capaz de hacer, no será satisfactoria y bien podría no aparecer”. Ibid.
  26. M. E. Olsen a W. C. White, 12 de enero de 1912. Ellen G. White Research Center. También véase las cartas con las siguientes fechas: 27 de mayo de 1912; 13 de junio de 1912; 19 de diciembre de 1912; y 9 de enero de 1913.
  27. M. E. Olsen al Concilio de la Asociación General, 16 de enero de 1913. General Conference of Seventh-day Adventists Archives, Record Group 11, Box 3106, Folder 1913 – O.
  28. M. E. Olsen, A History of the Origin and Progress of Seventh-day Adventists (Washington, D. C.: Review and Herald, 1925), 337, 332.
  29. Ibid., 639.
  30. General Conference of Seventh-day Adventists, Conven­tion of the Department of Education (Washington, D. C.: Review and Herald, 1910), 57. Retrieved from Andrews University Heritage Center.
  31. __________, Seventh-day Adventist Yearbook (Washington, D.C.: Review and Herald, 1918).
  32. M. E. Olsen, “Raising the Missions Service Flag at Lancaster Junior College,” The Advent Review and Sabbath Herald 97:11 (March 11, 1920): 22, 23.
  33. Poco después de la notificación de su despido por parte de la junta, Olsen le escribió a su amigo J. L. Shaw: “No se ha entendido la obra superior de la literatura inglesa, y apenas de manera positiva. . . . Existe una gran ignorancia respecto a la naturaleza de la enseñanza del inglés en las clases de educación superior”. M. E. Olsen a J. L. Shaw, correspondencia, 30 de marzo de 1923. Retrieved from Andrews University Heritage Center.
  34. Ibid.
  35. J. L. Shaw a M. E. Olsen, correspondencia, 18 de abril de 1923.
  36. En mayo de 1885, Goodloe Harper Bell comenzó a reclutar estudiantes para la escuela por correspondencia. Las cartas muestran que en febrero de 1887 seguía recibiendo tareas de estudiantes. Véase Allan G. Lindsay, Goodloe Harper Bell: Pioneer Seventh-day Adventist Christian Education (PhD diss., Andrews University, 1982), 346-349.
  37. Véase Floyd Greenleaf, In Passion for the World: A History of Seventh-day Adventist Education (Nampa, Idaho: Pacific Press, 2005), 76, 77; Donald Sahly, Stephen Payne, and Alayne Thorpe, “Griggs University,” Encyclopedia of Seventh-day Adventists (2020): https://encyclopedia.adventist.org/article?id=9HW6&highlight=GriggsUniversity.
  38. R. W. Schwarz, Light Bearers to the Remnant (Mountain View, Calif.: Pacific Press, 1979).
  39. M. E. Olsen, “Fireside Correspondence School,” The Advent Review and Sabbath Herald 107:30 (June 8, 1930): 138.
  40. __________, “Let Us Gather Them In,” ibid. (September 8, 1927): 4.
  41. __________, “The Largest School in the Denomination,” ibid. (December 22, 1927): 17.
  42. Home Study Institute, Minutes of the H. S. I. Board. Vol. I [1909-1938], December 24, 1929. Retrieved from Andrews University Heritage Center.
  43. M. E. Olsen, “An Education for Everybody Who Wants It,” The Advent Review and Sabbath Herald 111:42 (October 18, 1934): 20.
  44. __________, “The Home Study Institute,” ibid. (June 3, 1936): 125-127.
  45. __________, “Christian Education with the Help of the Postman,” The Journal of True Education (September 1939): 15.
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  47. HSI, Minutes of the H. S. I. Board. Vol. II [1939-1981], January 8, 1942. Retrieved from Andrews University Heritage Center.
  48. M. E. Olsen, The Prose of Our King James Version (Washington, D. C: Review and Herald, 1947), 9.
  49. Ibid., 10.
  50. __________, Much-loved Books (Washington, D. C.: Review and Herald, 1952), 11.
  51. Ibid., 64.