Editorial | Faith-Ann McGarrell

La eternidad a la vista

Este edición especial de la Revista de educación adventista® es parte de una tradición histórica. Cada quinquenio,1 se produce un número especial de la Asociación General con informes de educación de cada División de la Iglesia Adventista, para informar, inspirar y engendrar apoyo general por la obra educativa. Hace treinta años, en el número especial del Congreso de la Asociación General 1990, el entonces editor Victor S. Griffiths, y la editora asistente y más tarde editora Beverly J. Robinson-Rumble, produjeron una publicación que mostraba y promovía lo mejor de la educación adventista de acuerdo con la tradición. Los directores de educación de diez Divisiones2 compartieron historias de éxito, esperanza y transformación, y describieron los desafíos únicos específicos a cada territorio, junto con planes de mejoras.

En el editorial de ese número, se citan sobrias estadísticas de matriculación en las escuelas adventistas de todo el mundo y se expresa la preocupación por las cifras de estudiantes adventistas elegibles para matricularse en instituciones educativas adventistas, pero que, por alguna razón, no lo hacen. Algunas de las razones de hace treinta años –el costo de estudios en instituciones adventistas, la falta de enseñanza de calidad, el acceso a las últimas tecnologías, y suficientes docentes capacitados– siguen escuchándose en sesiones de las juntas de iglesia e institucionales, en las conversaciones domésticas en los hogares adventistas, y en salones y pasillos de los colegios adventistas.

Hace treinta años, la matriculación en las escuelas primarias y secundarias adventistas alcanzaba 692.395 estudiantes, de los cuales 353.121 (el 51 por ciento) se identificaba como adventista. Según las estadísticas de la iglesia en ese período, este número representaba solo el 11,27 por ciento de los 3.131.034 niños identificados como adventistas y elegibles para matricularse en las instituciones educativas adventistas.3

Hoy día, los números hablan de un crecimiento continuo en medio de muchos desafíos. Según las estadísticas más recientes, la matriculación en las escuelas primarias y secundarias adventistas suma 1.706.482. De esa cifra, 597.386 (el 35 por ciento) se identifica como adventista, lo que representa el 28 por ciento de los 2.101.674 niños en edad escolar que son contados como miembros de congregaciones adventistas en el mundo, que podrían estar matriculados en instituciones educativas adventistas.4 Esas cifras no incluyen los 175.089 adicionales matriculados en programas terciarios y vocacionales, lo que lleva el número total de estudiantes matriculados en las instituciones adventistas, desde el preescolar hasta la educación superior, a un total de 1.881.571 estudiantes. De esa cifra, un total de 686.328 (el 36 por ciento) se identifica como adventista.5

Al comienzo del quinquenio 2015-2020, la Asociación General lanzó su plan estratégico Alcanzar el mundo: llegar hasta Dios, hacia adentro con Dios, y hasta otros con Dios, que delineó los objetivos y los indicadores claves de desempeño para cada departamento y ministerio de la iglesia mundial. Con el mandato de esos objetivos e indicadores claves de desempeño, el Departamento de Educación de la Asociación General adoptó como su lema para el quinquenio 2015-2020 “Educar para la eternidad”. Ese lema acompañó la Conferencia sobre Educación y Desarrollo del Liderazgo (LEAD) llevada a cabo en Silver Spring (Maryland) en octubre de 2016, y lanzó el énfasis quinquenal para conferencias de educación similares en Ruanda, Eslovenia, y la República Dominicana en 2017, y en Bangkok en 2018. En esos encuentros, los educadores y los líderes de la iglesia forjaron planes para alinearse con el plan estratégico global y continuar la obra de la educación adventista. En el artículo principal de este número, Lisa Beardsley-Hardy, directora de educación de la Asociación General, ofrece una sinopsis de los objetivos e indicadores claves de desempeño del último quinquenio y comparte una visión para el futuro. El segundo artículo se refiere a los desafíos que ha producido la pandemia del COVID-19, y cómo los ha enfrentado el equipo global de educadores adventistas.

Las sabias palabras del rey Salomón nos recuerdan que Dios “todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin” (Eclesiastés 3:11).6 En este número especial de la Revista de educación adventista®, buscamos mostrar las maneras en que la educación adventista ha alcanzado hacia arriba, hacia adentro y hacia afuera con Dios, marcando una diferencia en la vida de los estudiantes, educadores y sus comunidades, aun en medio de los desafíos y preguntas similares a las que existían hace treinta años. La Iglesia Adventista ahora cuenta con trece Divisiones, y muchos de sus nombres han cambiado desde que se publicó el primer número quinquenal en 1975. En los artículos siguientes de este número, los directores mundiales de educación en cada División reportan cómo se alcanzaron los objetivos y los indicadores claves de desempeño durante el quinquenio 2015-2020, y brindan proyecciones para el futuro. Además de los datos que muestran cómo ha crecido cada división, los autores también comparten historias de cómo la educación adventista tiene poder para transformar vidas, alcanzar al mundo y educar para el tiempo y la eternidad.

¡Solo podemos comenzar a imaginar el futuro que Dios tiene en mente para la educación adventista! Al mirar hacia atrás, podemos ver la conducción divina y, en consecuencia, estamos confiados en que él nos seguirá guiando. Y podemos tener la certeza del plan de Dios para la educación por toda la eternidad. En el libro La educación, se nos dice: “La vida en la tierra es el comienzo de la vida en el cielo; la educación en la tierra es una iniciación en los principios del cielo; la obra de la vida aquí es una preparación para la obra de la vida allá. Lo que somos ahora en carácter y servicio santo es el símbolo seguro de lo que seremos entonces”.6 Esperamos que, al leer los informes de este número, se sienta inspirado por el poder transformador de la educación adventista y animado a continuar apoyando su misión de alcanzar al mundo.

Citación recomendada:

Faith-Ann McGarrell, “La eternidad a la vista”, Revista de educación adventista 84:2 (Segundo trimestre): 3, 46.

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Una revisión de los archivos de The Journal of Adventist Education® revela que se ha producido un número especial por al menos cincuenta años. La producción de este número especial se corresponde con el Congreso de la Asociación General. A partir de 1970, los Congresos de la Asociación General se han llevado a cabo cada quinquenio (cada cinco años). Antes de 1970, los Congresos de la Asociación General se llevaban a cabo en forma cuadrienal (cada cuatro años). Los números quinquenales comenzaron en 1975. Los informes de este número cubren el período quinquenal que comenzó en 2015 y terminó en 2020.
  2. Victor S. Griffiths, “The House of Life”, The Journal of Adventist Education (Verano 1990): 5.
  3. Ibíd.
  4. Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones, 2019 Annual Statistical Report: Report of the General Conference of Seventh-day Adventists 2018 Statistics (Silver Spring, Md.: General Conference of Seventh-day Adventists, 2020), 77-81.
  5. Hasta el 31 de diciembre de 2018, las estadísticas más recientes disponibles, el número de estudiantes adventistas matriculado en las instituciones educativas adventistas era el siguiente: terciaria, 85.196; carreras vocacionales, 3746; escuelas secundarias, 198.563; escuelas primarias, 398.823.
  6. Elena G. White, La educación (Buenos Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 1998), 307.