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Promover la educación nutricional en las escuelas adventistas del séptimo día

“Que el alimento sea tu medicina, y que la medicina sea tu alimento”.1

Los huesos, músculos, nervios, órganos y tejidos de nuestro cuerpo se construyen y reparan a partir de los alimentos que ingerimos. Cada órgano del cuerpo requiere ser sustentado por una buena nutrición, que vigorice la sangre y mantenga la vida. Sin embargo, elegir los alimentos adecuados puede ser un reto. Muchas personas se basan en el apetito, pero esto no es una guía segura. Los malos hábitos alimenticios han hecho que el apetito se distorsione. El apetito desordenado exige habitualmente alimentos que pueden perjudicar la salud y causar debilidad en lugar de fuerza. En la elección de alimentos adecuados también influyen otros factores, como las alergias alimentarias, la

disponibilidad y el costo de los alimentos saludables.2

Los educadores deben orientar cuidadosamente las preferencias alimentarias y los hábitos alimenticios de nuestros alumnos, alejándolos de las tendencias poco saludables de la sociedad. Anteriormente, las enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes de tipo 2 se asociaban a los adultos mayores. Sin embargo, esta trayectoria está cambiando a medida que más jóvenes son diagnosticados con estas enfermedades. A nivel mundial, la alimentación poco saludable y el sedentarismo son dos de las principales causas de la alta prevalencia de enfermedades crónicas entre los jóvenes.3 El ideal de Dios es que prosperemos y tengamos buena salud. “Amado, mi oración es que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 1:2).4

La educación nutricional en las escuelas puede ayudar a los niños y a los jóvenes a disfrutar de una salud y un bienestar óptimos. Cuando los estudiantes reciben conocimientos adecuados en cuanto a la alimentación, aprenden a elegir los más saludables y tienen acceso a ellos en la escuela y en la casa, los impulsará a practicar comportamientos dietéticos adecuados. Aunque los alumnos más jóvenes no tengan mucha elección sobre los alimentos que se cocinan en casa, lo que aprenden en la escuela sobre opciones saludables puede ayudarles a tomar mejores decisiones. A través de la interacción y la colaboración, el hogar, la escuela y la iglesia pueden ayudar a enseñar la importancia de una vida saludable, pero este proceso requiere un compromiso y una aplicación constante.

Agencias de Educación Adventista

El primer y más importante centro educativo de los niños es el hogar, y los padres son los maestros más influyentes. Los padres son responsables de reflejar el carácter de Dios a sus hijos, y todo el entorno familiar forma los valores, las actitudes y la visión del mundo de los niños. La iglesia, la escuela y otros organismos educativos de la sociedad prosperan cuando se basan en la labor del hogar y la complementan.5 Los programas de nutrición y salud ofrecidos por los clubes de Conquistadores, la Escuela Sabática, la Escuela Bíblica de Vacaciones y otras organizaciones, pueden ayudar a reforzar los conceptos de alimentación y nutrición. Aunque la educación nutricional en la escuela está diseñada para ayudar a los niños a elegir alimentos saludables y practicar hábitos dietéticos adecuados, la educación nutricional necesita el apoyo del hogar, la iglesia y la comunidad para tener el resultado deseado en la vida de los niños.

Las interacciones y prácticas culturales, sociales y ambientales, la accesibilidad de alimentos, recursos físicos y prácticas de mercadotecnia de la industria alimentaria pueden afectar positiva o negativamente en la capacidad de las personas al elegir alimentos saludables y practicar la alimentación sana.6 El hecho de que, durante una gran parte del año, muchos niños pasen la mayor parte de sus horas en la escuela7 significa que las escuelas deben desempeñar un papel importante al facilitar una educación nutricional eficaz basada en la evidencia, lo que incluye proporcionar alimentos saludables en el comedor escolar.

Entrevista con dos futuros estudiantes de nutrición

En 2021, hice una encuesta entre los alumnos de una de mis clases. De una clase de 15 alumnos de 9º grado de la Academia Grand Bahama, una escuela Adventista del Séptimo Día en Freeport (Bahamas), sólo dos estudiantes eligieron alimentación y nutrición como una de sus asignaturas optativas. Sentí curiosidad de saber por qué estos dos estudiantes eligieron alimentación y nutrición como asignatura optativa cuando sus compañeros de clase eligieron física o comercio como asignaturas optativas. La Tabla 1 muestra las preguntas y las respuestas de los estudiantes.

Evaluación de las respuestas de los estudiantes

Los dos estudiantes entrevistados eran los únicos adventistas de la clase. Asistían con regularidad a la iglesia y participaban en muchos programas de la iglesia que se ocupaban de su crecimiento y desarrollo. Durante la entrevista, se hizo evidente que la familiaridad de los alumnos con la alimentación y la nutrición provenía de las influencias en casa y en su iglesia local.

Aunque enseño en una escuela adventista, la mayoría de los alumnos de mi entorno educativo proceden de hogares sin presencia adventista. Algunos de estos estudiantes demuestran un conocimiento básico de los principios de nutrición, pero tienen mucho que aprender en comparación con los que provienen de hogares adventistas. Como educadores, debemos abordar situaciones de esta índole como una oportunidad de alcance para enseñar a los niños y a los adultos jóvenes sobre la alimentación saludable y otras prácticas dietéticas esenciales. Dios bendecirá este esfuerzo, y esos mensajes podrán extenderse más allá de las paredes del aula a los hogares y las comunidades.

¿Qué es la educación nutricional?

La educación no es solo la transmisión de conocimientos, sino también la propensión a crear una curiosidad en los individuos que los inspire a buscar nuevos conocimientos y a ampliar los ya existentes. Estas decisiones pueden dar lugar a cambios de comportamiento que fomenten el crecimiento y el desarrollo integral del individuo. La educación nutricional puede definirse como la enseñanza y el aprendizaje de conceptos, así como todas las estrategias educativas diseñadas para ayudar a las personas a realizar elecciones alimentarias adecuadas y otros comportamientos relacionados con la nutrición. La educación nutricional también incluye técnicas educativas y el apoyo de la comunidad para fomentar la salud y el bienestar de las personas que adoptan opciones alimentarias y comportamientos dietéticos saludables.8

Las personas experimentan dos problemas fundamentales debido a un conocimiento nutricional limitado: una dieta inadecuada que no proporciona las necesidades nutricionales requeridas y una ingesta desequilibrada de calorías o componentes dietéticos recomendados.9 La educación nutricional busca armar a los individuos con la información, la motivación y las habilidades necesarias para adquirir y comer lo que es necesario para que el cuerpo funcione.10

La importancia de la educación nutricional en las escuelas

Los conocimientos nutricionales y las habilidades culinarias son esenciales para ayudar a los estudiantes en el desarrollo de hábitos dietéticos adecuados. Proporcionar a los niños y a los jóvenes adultos el acceso a una educación nutricional adecuada y a alimentos saludables en la escuela es una forma importante de fomentar los beneficios a largo y a corto plazo para mejorar la salud y los resultados del aprendizaje.11 Fuera del entorno del hogar, el tiempo que los niños pasan en la escuela ofrece la oportunidad de una experiencia de inmersión en la educación nutricional mayor que el tiempo que pasan en cualquier otra institución. La educación nutricional en las escuelas ayuda a los niños y jóvenes adultos a establecer patrones de alimentación saludables en los primeros años de vida, proporcionándoles los conocimientos que conducen a prácticas saludables y a actitudes positivas sobre la alimentación.12

La educación nutricional debería ser un aspecto esencial del plan de estudios de educación para la salud integral de una escuela porque proporciona a los alumnos información y habilidades en la elección de alimentos y bebidas saludables.13 Las escuelas ayudan a los alumnos a desarrollar comportamientos alimentarios saludables exponiéndolos a:

  • Alimentos y bebidas atractivos y nutritivos;
  • Información precisa y coherente sobre la buena nutrición;
  • Métodos apropiados para aprender y practicar una alimentación saludable;
  • Animar a los maestros y al personal a dar ejemplo de hábitos alimentarios saludables.

La intervención más popular para atraer a los alumnos a la escuela, aumentar su capacidad de aprendizaje y mantenerlos en ella, son los programas de nutrición escolar organizados y coherentes.14 Sin embargo, el éxito de estos resultados depende del diseño y el contexto del programa (véase la Barra lateral 1).

La educación nutricional debe ser exhaustiva y extensa

Aunque la nutrición puede enseñarse como una asignatura independiente, es fácil incorporarla a otras disciplinas como religión, química, historia, ciencias sociales, biología, agricultura y ciencias de la salud.15 Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Contar con imágenes de frutas y verduras (matemáticas);16
  • Aprender fracciones midiendo los ingredientes de una receta (matemáticas);7
  • Aprender sobre los nutrientes que se encuentran en las diferentes plantas (ciencias);18
  • Aprender sobre los alimentos y las tradiciones culturales (ciencias sociales);19
  • Aprender cómo los alimentos contribuyen al funcionamiento del cuerpo (ciencias de la salud);
  • Identificar las instrucciones bíblicas sobre la alimentación y la dieta (religión).

Para facilitar un plan de estudios integral de educación nutricional, los administradores de las escuelas, los maestros y aquellos que planean el currículo deben reunirse periódicamente para debatir cómo incluir la educación nutricional en sus clases y en las actividades educativas de toda la escuela. Estas reuniones también deben incluir planes para garantizar que el programa de nutrición de la escuela sea un buen ejemplo (véase la Barra Lateral 2). Entre las posibles áreas a debatir se encuentran las siguientes:

  • Estrategias eficaces para facilitar un plan de estudios sostenible de educación nutricional;
  • Actividades paralelas (en el aula, en la escuela, en la iglesia y en la comunidad) que pueden ayudar a enseñar comportamientos dietéticos positivos;
  • Ideas para obtener y compartir recursos y conocimientos entre educadores;
  • Refuerzo de conceptos importantes sobre nutrición en todas las disciplinas;
  • Evitar la presentación de información nutricional contradictoria durante sesiones educativas;
  • Actividades extraescolares y extracurriculares sobre nutrición que se extienden más allá del aula.

Nutrición y desarrollo de habilidades, bienestar y fe

Una buena nutrición influye en el crecimiento físico y desarrollo mental durante las primeras etapas de la vida del niño. Los hábitos alimentarios a los que están expuestos y que se forman durante la infancia influyen en las prácticas y preferencias alimentarias de los niños en etapas posteriores de su vida.20 Los estudios han descubierto que el bienestar y la capacidad potencial de aprendizaje de los niños mejoran con el acceso a una buena nutrición, lo que se traduce en un mejor rendimiento académico.21 La educación nutricional es un aspecto fundamental para fomentar comportamientos saludables sostenidos. Debería impartirse desde la edad preescolar como componente fundamental del desarrollo integral del niño.22

Desarrollo de habilidades

El objetivo de un programa de educación nutricional bien equilibrado es transmitir conocimientos adecuados sobre los alimentos, sus funciones y su importancia para el organismo. Por lo tanto, los planes de estudios sobre nutrición deben ser completos y atractivos y ofrecer una formación centrada en las habilidades para ayudar a los niños a adquirir conocimientos sobre nutrición y desarrollar habilidades culinarias experimentales.23 Los programas que despiertan el interés y ofrecen oportunidades para participar en actividades prácticas como la jardinería, la cocina y la degustación de alimentos pueden capacitar a los estudiantes a medida que aprenden sobre la buena nutrición y su impacto en su bienestar a lo largo de su vida adulta.

Las sesiones de enseñanza y aprendizaje de la nutrición dentro y fuera del aula ofrecen a los alumnos la oportunidad de desarrollar sus preferencias alimentarias y aprender a preparar los alimentos. A través de estas experiencias, también aprenden habilidades relacionadas con la alimentación, como leer e interpretar correctamente las etiquetas de los alimentos, comprar alimentos saludables, planificar y preparar comidas, almacenar alimentos y utilizar los alimentos sobrantes para preparar comidas saludables. Además, los alumnos inscritos en programas de educación nutricional han mostrado mejorar en las prácticas alimentarias auto diagnosticadas, como la elaboración de presupuestos alimentarios, la seguridad alimentaria y la habilidad en la preparación de platos.24

Salud y bienestar óptimos

La educación nutricional eficaz basada en la evidencia ha demostrado ser un enfoque exitoso para fomentar hábitos dietéticos positivos y mejorar los resultados de salud para toda la vida. Entre los ejemplos de beneficios para la salud de los niños y los adultos jóvenes se incluyen el bajar de peso, la disminución del índice de masa corporal (IMC) y el desarrollo de una percepción favorable de las frutas y verduras, lo que se traduce en un aumento de la ingesta diaria de estos alimentos.25 Muchos niños no alcanzan la ingesta nutricional diaria requerida debido a patrones de consumo de alimentos poco saludables, como comer menos de las cantidades diarias recomendadas de frutas y verduras y consumir demasiados alimentos bajos en nutrientes, bajos en fibra y densos en calorías, aperitivos con alto contenido en grasas y sodio y alimentos azucarados, incluidas las bebidas azucaradas. Saltarse comidas, no realizar las comidas obligatorias a tiempo y otros trastornos relacionados con la alimentación, como los atracones, las purgas y la bulimia, son también pautas alimentarias inadecuadas que pueden comprometer el estado de salud de los estudiantes.*

Cambios de comportamiento

La escuela desempeña un papel vital al ayudar a niños y jóvenes a adoptar hábitos alimentarios positivos que pueden conducir a comportamientos alimentarios saludables para toda la vida. La investigación en ciencias del comportamiento respalda la idea de que la “arquitectura de la elección” de los niños (la forma en que se presentan las opciones para la toma de decisiones) puede verse influida por lo que es más visible y accesible en el entorno del colegio a través de las comidas que se ofrecen. Además, los mensajes transmitidos sobre nutrición pueden afectar significativamente la selección de alimentos y comportamiento alimentario de los niños.26

Una comprensión más profunda del ministerio de la salud

Dios desea que sus hijos vivan vidas saludables, y el estudio de la ciencia de la nutrición guía a los alumnos hacia una comprensión más profunda de su fuerza impulsora, el Creador mismo. Los educadores que desarrollan lecciones y actividades instructivas para sus clases de nutrición pueden integrar conceptos bíblicos en las sesiones de enseñanza y aprendizaje. Entre los principios bíblicos que pueden incorporarse a las lecciones de nutrición figuran los siguientes:

  • La dieta ideal de Dios para la humanidad;
  • Comparación de la dieta recomendada por Dios con las dietas típicas de diversas sociedades;
  • Relación entre la dieta ideal de Dios y la salud y el bienestar;
  • Relación entre la dieta de la sociedad y la salud y el bienestar;
  • Cambios en la dieta de la humanidad después del Diluvio.

Elena de White señaló que debemos estudiar el plan original de Dios para conocer los mejores alimentos que deben ser incluidos en nuestra dieta. Las frutas, las verduras, las nueces y los granos siguen siendo el plan dietético original de Dios para los seres humanos.27 La simple preparación de estos alimentos en su estado natural produce fuerza, poder, resistencia y vigor al intelecto. Estas cualidades, afirmó, no se consiguen con el impacto estimulante de una dieta compleja.28 En mi entorno educativo, alrededor del 80% de los estudiantes no son adventistas, por lo tanto, el alcance de la evangelización de la salud es excelente. Sin embargo, se requiere una planificación cuidadosa de las lecciones y actividades instructivas para enseñar a los alumnos los principios bíblicos de la dieta y la alimentación.

Conclusión

Las escuelas adventistas se crearon para fomentar el desarrollo integral de los alumnos. Una educación nutricional eficaz es esencial para este desarrollo. La educación nutricional en las escuelas adventistas debe enseñar a los alumnos a cuidar su cuerpo mediante la práctica de una alimentación saludable y otros comportamientos dietéticos apropiados. Además, debe ayudarles a comprender cómo Dios sustenta la vida. El consejo del rey Salomón sigue siendo pertinente hoy: “Enséñale al niño a elegir el camino correcto, y cuando sea viejo no lo abandonará” (Proverbios 22:6, NBV).29 Los hogares, las iglesias y las escuelas adventistas tienen la solemne responsabilidad de crear y facilitar programas de salud que ayuden a los niños y a los jóvenes a elegir alimentos sanos desde una edad temprana y a mantenerlos hasta la edad adulta.


Este artículo ha pasado por la revision de pares.

Shondell DeVelde

Shondell DeVelde, MA, MEd, MSc, es maestra de ciencias sociales, estudios familiares, historia y geografía en la Academia Adventista del Séptimo Día de Grand Bahamas (Freeport, Bahamas). Tiene una Maestría en Servicios Humanos con especialización en salud y bienestar por la Universidad Liberty (Lynchburg, Virginia, EE. UU.), un Máster en Educación Nutricional por la Universidad de Framingham (Framingham, Massachusetts, EE. UU.) y una Maestría en Salud Pública por la Universidad del Sur de Gales (Newport, Reino Unido). Actualmente cursa un Doctorado en Salud en la Universidad Liberty. Sus intereses de investigación incluyen la educación nutricional como herramienta rentable para combatir la obesidad infantil y el desarrollo de políticas de educación nutricional para abordar la obesidad infantil.

Citación recomendada:

Shondell DeVelde, “Promover la educación nutricional en las escuelas adventistas del séptimo día”, Revista de Educación Adventista 84:2 (2022).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Esta cita se atribuye a menudo a Hipócrates; sin embargo, la fuente no está clara. Véase https://www.drgoodfood.org/en/news/let-food-be-thy-medicine-hippocrates.
  2. Elena G. de White, El Ministerio de Curación (Mountain View, CA: Pacific Press, 1959), 227; Rebecca Seguin et al., "Understanding Barriers and Facilitators to Healthy Eating and Active Living in Rural Communities," Journal of Nutrition Metabolism (2014): https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4276670/.
  3. Louise Mewton et al., "Lifestyle Risk Indices in Adolescence and Their Relationships to Adolescent Disease Burden: Findings from an Australian National Survey," BioMed Central Public Health 19 (January 2019): 60. doi.10.1186/s12889-019-6396-y; Delia A. Bandoh, Gifty Sunkwa-Mills, and Kenu Ernest, "Are Risk Factors for Non-communicable Diseases in Adolescents a Problem in Senior High Schools in Accra?" Ghana Medical Journal 54:2 (June 2020): https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7837348/; U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC), "Poor Nutrition" (n.d.): https://www.cdc.gov/chronicdisease/resources/publications/factsheets/nutrition.htm.
  4. 3 Juan 1:2, Reina Valera Actualizada (RVA-2015). Versión Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 por Editorial Mundo Hispano.
  5. “Filosofía Adventista de la Educación: Política FE 05, FE 10”, "Seventh-day Adventist Philosophy of Education: Policy FE 05, FE 10," Manual de Normas de la Asociación General (Silver Spring, Maryland: Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, 2003), 221-228: http://circle.adventist.org/download/PhilStat2003.pdf.

  6. Isobel R. Contento, "Nutrition Education: Linking Research, Theory, and Practice," Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition 17:1 (2008): 176-179: http://apjcn.nhri.org.tw.
  7. Carlos Mejia, "How Much Time Do Kids Around the World Spend at School?" (2021): https://www.fatherly.com/love-money/schools-days-around-world; National Center on Education and the Economy, "How Much Time Do Students Spend in School in Top-performing School Systems and the U.S.?" (2021): http://ncee.org/wp-content/uploads/2018/02/SchoolYearStatv5.pdf.
  8. Contento, "Nutrition Education: Linking Research, Theory, and Practice."
  9. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, "Agriculture, Food and Nutrition for Africa: A Resource Book for Teachers of Agriculture" (2007): http://www.fao.org/3/w0078e/w0078e10.htm.
  10. Contento, "Nutrition Education: Linking Research, Theory, and Practice."
  11. Sara Beckwith et al., "Nutrition Education in America's Schools: A Policy Brief" (2017): https://asphn.org/wp-content/uploads/2017/10/nutrition-education.pdf.
  12. CDC, "Healthy Eating Learning Opportunities and Nutrition Education" (2021): https://www.cdc.gov/healthyschools/nutrition/school_nutrition_education.htm.
  13. Ibid.
  14. Dongging Wang, Sachin Shinde, Tara Young, and Wafaie W. Fawzi, "Impacts of School Feeding on Educational and Health Outcomes of School-age Children and Adolescents in Low- and Middle-income Countries: A Systematic Review and Meta-analysis," Journal of Global Health 11 (2021): https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8442580/; Mastewal Zenebe, Samson Gebremedhin, Carol J. Henry, and Nigatu Regassa, "School Feeding Program Has Resulted in Improved Dietary Diversity, Nutritional Status and Class Attendance of School Children," Italian Journal of Pediatrics 44:1 (2018): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29361948/.

  15. CDC, "Healthy Eating Learning Opportunities and Nutrition Education."
  16. Ibid.
  17. Ibid.
  18. Ibid.
  19. Ibid.
  20. Carmen Pérez-Rodrigo and Javier Aranceta, "School-based Nutrition Education: Lessons Learned and New Perspectives" Public Nutrition 4:1A (2001): 131-139. doi:10.1079/phn2000108.
  21. Ibid.
  22. Ibid.
  23. Neha Rathi, Lynn Riddell, and Anthony Worsley, "Parents' and Teachers' Critique of Nutrition Education in Indian Secondary Schools," Health Education 119:2 (April 2019): 150-164: https://www.sciencegate.app/document/10.1108/he-11-2018-0054.
  24. Simone Pettigrew et al., "Evaluation Outcomes of a Long-running Adult Nutrition Education Program," Journal of Public Health Nutrition 19:4 (May 2015): 743-752. doi.org/10.1017/S1368980015001536.
  25. Alison Hard, Claire Uno, and Pamela A. Koch, "The Importance of Nutrition Education in the 2015 Child Nutrition Reauthorization" (2015): https://slidelegend.com/the-importance-of-nutrition-education-in-the-2015-child-nutrition-_5b9f308f097c4787538b45f0.html.
  26. Suman Ahuja, "The Importance of Nutrition Education in Treating and Preventing Obesity in Minority Populations in the United States" (2016): https://www.teknoscienze.com/Contents/Riviste/PDF/AF1_2016_LOW_34-37.pdf.

    27. White, El Ministerio de Curación.
  27. Ibid.
  28. Proverbios 22:6, Nueva Biblia Viva (NBV). Nueva Biblia Viva, © 2006, 2008 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.