Mejores Prácticas en el Trabajo | McKenzie Wallace • Laura Bowlby • Kalicia Clements

El aprendizaje basado en proyectos y la iniciativa emprendedora en las escuelas pequeñas

El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es una herramienta fundamental para las escuelas, sobre todo para las escuelas pequeñas, y se presta naturalmente a la creación de habilidades empresariales en los alumnos.

El ABP requiere “el uso de un proyecto como principal herramienta de enseñanza y define la posición de los alumnos/estudiantes como actores activos en el proceso de aprendizaje”.1 Un aspecto crítico del ABP es confeccionar una pregunta que guíe a los estudiantes y que solo pueda responderse mientras investigan y crean sus proyectos (véase el Recuadro 1).

Al final del proyecto, los estudiantes deben tener la oportunidad de compartir sus conocimientos, ya sea mediante una celebración o una presentación. Este tipo de enfoque dirigido por el alumno crea un aprendiz hábil e independiente: “Las investigaciones demuestran que los estudiantes que han aprendido dentro de un modelo basado en proyectos muestran una mayor motivación intrínseca para el aprendizaje, expresan una mayor autonomía en la instrucción, son más autosuficientes y poseen habilidades metacognitivas mejor desarrolladas, como también una mayor autonomía en comparación con los estudiantes que trabajaron dentro de un modelo tradicional de instrucción”.2 Un estudiante con este tipo de habilidades estará muy bien preparado dentro de las iniciativas empresariales, teniendo el impulso para iniciar y seguir adelante con un negocio o idea para ponerlos en práctica en el mundo más allá del aula.

Revisión de la investigación sobre el ABP

Las investigaciones reflejan el valor del ABP para el desarrollo de habilidades prácticas y disposiciones emprendedoras de los estudiantes. Katarzyna Łobacz y Ewa Matuska analizaron los datos de un estudio realizado en Polonia, Italia y España, cuyo objetivo fue desarrollar “habilidades empresariales mediante la ejecución de proyectos destinados a resolver problemas reales utilizando herramientas digitales modernas”.3 Los investigadores descubrieron que el programa afectaba positivamente la preparación de los estudiantes para el espíritu empresarial.4 El enfoque del aprendizaje basado en proyectos ofrece a los estudiantes la oportunidad no solo de aprender teorías, sino también de poner en práctica sus conocimientos y desarrollar actitudes que necesitarán para tener éxito en el mundo laboral. Łobacz y Matuska descubrieron que, a través de sus ABP, los estudiantes desarrollaron una aptitud de espíritu emprendedor mediante el aprendizaje de “competencias transferibles” como la “gestión eficaz del tiempo”, la “comunicación interpersonal eficaz y el uso de la retroalimentación”, el “trabajo en equipo y la coordinación de tareas”, etc.5 También llegaron a la conclusión de que los estudiantes aprendieron “competencias técnicas” como la “narración de historias apoyada con herramientas informáticas” a través de la ejecución de sus proyectos.6

Mientras que el estudio anterior apoya la hipótesis de que el ABP fomenta el espíritu emprendedor, otras investigaciones se refieren específicamente a la eficacia de esta metodología de enseñanza en el aula de primaria. En este estudio realizado en Serbia, Bojan Lazić, Jelena Knežević y Sanja Maričić, dividieron a los alumnos de 3º de primaria en dos grupos, un grupo de control y un grupo experimental, para examinar el efecto del ABP en el rendimiento matemático. Mientras que al grupo de control se le enseñó matemáticas según el modelo tradicional, al grupo experimental se le enseñó mediante proyectos que estaban conectados claramente con la vida cotidiana.7

Los investigadores evaluaron a los alumnos antes y después del estudio y comprobaron que los alumnos de ambos grupos obtuvieron puntuaciones similares antes del experimento, pero cuando se les examinó después, los alumnos del grupo experimental obtuvieron mejores puntuaciones que los del grupo de control.8 “[B]asándose en los resultados obtenidos . . . el modelo de trabajo basado en proyectos en la enseñanza de las matemáticas ha provocado una mejora significativa del rendimiento de los alumnos en matemáticas”.9

Los mismos investigadores observaron también que “incluso los estudiantes con las notas más bajas [del grupo experimental] consiguieron una mejora significativa de su rendimiento tras la aplicación del modelo basado en proyectos”.10 Conjeturaron que quizá la mejora de los estudiantes en los grupos de ABP estaba relacionada con que la enseñanza resultaba más interesante y amena para los alumnos.11

Si la mejora de los alumnos se debe a que la enseñanza está más vinculada a situaciones de la vida real, parece probable que se obtengan resultados similares si las pruebas se realizan en otras asignaturas. De hecho, una revisión de 20 estudios concluyó que “el ABP puede promover el aprendizaje de los alumnos y puede ser más eficaz que la instrucción tradicional en estudios sociales, ciencias, matemáticas y alfabetización”.12 Esta investigación indica que el ABP sería un recurso útil para los maestros que tratan de dotar a sus alumnos de las destrezas de aprendizaje del siglo xxi.

Aunque los estudios revelan los beneficios del uso del ABP, la investigación disponible no examina específicamente la utilidad de esta metodología de enseñanza para aulas pequeñas y multigrado. Multigrado se define como “dos o más grados que se combinan y se comparten por un solo maestro que imparte instrucciones de múltiples grados del plan de estudios simultáneamente”.13 Un estudio hecho en Turquía, sobre las escuelas primarias pequeñas, encontró que las dificultades de la enseñanza en aulas multigrado son muchas. Uno de los retos que encontraron fue que “la planificación y la implementación son procesos difíciles en aulas conjuntas”. Un maestro del estudio declaró: “No podemos planificar una actividad que haga participar a todos los grados del aula. Mientras nos ocupamos de un grado, los demás sólo esperan”.14 Tal vez el ABP podría ser parte de la solución a esta dificultad que enfrentan los maestros de escuelas pequeñas.

Dos maestras de escuelas pequeñas multigrado (Laura Bowlby en Oregón, Kalicia Clements en Michigan) descubrieron que podían involucrar con éxito a alumnos de todas las edades enseñando simultáneamente múltiples estándares mediante el Aprendizaje Basado en Proyectos. Los alumnos no sólo adquirieron conocimientos en asignaturas tradicionales a través del ABP, sino que también tuvieron la oportunidad de desarrollar su capacidad emprendedora al innovar en sus proyectos.

La experiencia de Laura Bowlby con el ABP y el espíritu emprendedor en el aula

“Mi experiencia con el ABP ilustra la riqueza de este método de enseñanza para escuelas pequeñas y las posibilidades que presenta para inspirar en el estudiante un espíritu emprendedor e innovador

“Un proyecto que empecé con mis 22 alumnos (de 1º a 8º grado) en 2019 en la Escuela Primaria Adventista Madrone, en Cave Junction (Oregón), y que implementé recientemente con mis 19 alumnos (de Kinder a 8º grado) en La Escuela Primaria Adventista de Canyonville (Oregón), fue una feria de jóvenes emprendedores. En primer lugar, creé una pregunta impulsora y polifacética para guiar a los alumnos: ‘¿Cómo puedo ganar dinero creando una empresa y mejorar mi comprensión de las funciones en las distintas personas de mi comunidad?’

“Para responder a esta pregunta, los alumnos tenían que crear una empresa. En las escuelas de una sola aula, fue estupendo poder implicar a toda la clase en este proyecto. El ABP se adaptó a cada curso, con requisitos más detallados para los alumnos mayores. Los alumnos propusieron varias ideas de trabajos diferentes y luego tuvieron que elegir entre las que habían innovado y escribir sobre sus posibles negocios. El requisito de redacción fue diferente para cada curso.

“Una vez identificada su empresa, los estudiantes tuvieron que crear un nombre, un logotipo y un plan de negocio. Al crear su plan de empresa, tenían que pensar en algo que fuera muy necesario en su comunidad o por lo que mucha gente estuviera dispuesta a pagar. También tenían que identificar a los inversores (padres o maestros) y su base de clientes y esbozar sus finanzas. Por último, tenían que compartir cómo madurar gracias a esta experiencia.

“La culminación del proyecto de los jóvenes empresarios fue una feria organizada para la comunidad. Para preparar la feria, los alumnos anunciaron sus productos en el boletín de la iglesia y repartieron folletos por la ciudad. Ambas ferias se celebraron en el centro de la ciudad, una en un estacionamiento vacío y la otra en el estacionamiento del ayuntamiento (véase el Recuadro 2). Con la participación de los acompañantes, los alumnos pudieron vender sus productos y poner en práctica lo aprendido. Los alumnos fabricaron y vendieron artículos como jaulas de pájaros, palomitas de maíz, aerosol natural contra mosquitos y garrapatas, bolsas Scentsy™, comida caliente, postres, pan horneado, muebles y jabón.

“Creé una rúbrica de una escala de cuatro (emergente, en desarrollo, competente y excelente) para guiar a los alumnos y asegurarme de que las expectativas estaban claras para el día de la feria (véase la Rúbrica del joven emprendedor). Se aconsejó a los alumnos que se vistieran de forma apropiada para un empresario, que crearan un espacio visualmente atractivo para sus mercancías, etc.

“Después de vender sus productos y reembolsar a sus inversores, se pidió a los estudiantes que reservaran un 10% para el diezmo, el 10% para pagar el espacio de su stand, y un 50% para obras de caridad. El 30% restante debía repartirse con sus socios, si los había. De este modo, los alumnos comprendían los costos asociados a la gestión de un negocio. Algunos estudiantes se llevaron a casa tan sólo $2 dólares, mientras que otros obtuvieron beneficios de casi $400 dólares.

“Durante el par de meses que los alumnos trabajaron en el proyecto de jóvenes emprendedores, éste tuvo un gran impacto. El proceso implicaba matemáticas, lengua y literatura y redacción. Los estudiantes también tuvieron que investigar para sus empresas y, para muchos de ellos ejercitar habilidades de ingeniería en la construcción de sus productos. El proyecto también incorporó la historia, ya que aprendieron sobre empresarios e inventores para ayudarlos e inspirarlos al crear sus empresas.

“Además, la feria conectó a estudiantes y escuelas de ambas localidades con sus comunidades locales. Los alumnos interactuaron positivamente con los miembros de la comunidad que eran sus clientes. Luego, cuando los estudiantes devolvieron su diezmo y donaron a obras de caridad, varias iglesias e instituciones recibieron cheques de las escuelas.

“A través de la participación en el ABP de iniciativa emprendedora, los alumnos desarrollaron su comprensión de los bienes y servicios y del funcionamiento del dinero en su sociedad. Incrementó su deseo de participar en sus propias comunidades y contribuir a ellas a través de las habilidades que este proyecto promovía, como la gestión empresarial y el liderazgo. Los alumnos aplicaron el pensamiento crítico calculando qué negocios generarían el mayor movimiento de efectivo en función de la población de la comunidad. Utilizaron su creatividad para expresarse y asumir riesgos, probando ideas únicas. Colaboraron entre sí y con la comunidad para que sus negocios tuvieran éxito. Además, ¡los niños la pasaron muy bien!”

En las escuelas pequeñas es eficaz el uso del ABP para mejorar el plan de estudios e impulsar el aprendizaje.15 De hecho, muchos maestros exitosos de escuelas pequeños llevan años enseñando de esta manera. Fomentar el liderazgo de los alumnos, diferenciar los requisitos (en las rúbricas) para satisfacer las necesidades del amplio abanico de alumnos y permitir la originalidad y el ingenio individuales son solo algunas de las ventajas del ABP. Las escuelas pequeñas pueden poner en práctica este método que parece adaptarse de manera natural a las necesidades propias del lugar.

La experiencia de Kalicia Clements con el ABP y el espíritu emprendedor en el aula

“El ABP también ha sido una ventaja para los estudiantes, las familias y la comunidad que rodea nuestra escuela primaria (del preescolar al 8º grado) de una sola aula en Míchigan. Mediante el aprendizaje basado en las normas de la División Norteamericana (DNA) a través del ABP, los estudiantes pueden participar, en su propio nivel de capacidad, en una iniciativa de toda la escuela no solo para dominar los objetivos de nivel de grado, sino también para adquirir habilidades útiles para la vida.

“Uno de los proyectos favoritos de mi escuela es nuestro huerto. Los alumnos aprenden a sembrar semillas adentro, a medir el crecimiento de las plantas del semillero y a investigar las necesidades de cada planta, los periodos de cosecha y la profundidad y el espaciado de plantación. Los alumnos colaboran en la elección de los tipos de plantas y en el diseño del espacio del huerto cada año. Ilustran su plan de jardín utilizando papel cuadriculado y medidas a escala basadas en su investigación sobre las necesidades de las plantas.

“Este proyecto inspira a los alumnos a adoptar parte del huerto durante el verano para asegurarse de que recibe buenos cuidados, y los anima a volver el año siguiente para aprender y beneficiarse del proceso de cosecha y recolección de semillas. Es gratificante ver cómo los alumnos comprenden el ciclo vital de un huerto. Pueden probar alimentos recién sacados de la tierra y aprender sobre plantas concretas y sobre cómo recolectar sus semillas. No sólo aprenden la importancia de un huerto, cómo mantenerlo sano y los beneficios de una comida deliciosa, sino también cómo utilizar elementos del huerto al crear productos para recaudar fondos y donarlos a empresas locales y centros comunitarios.

“Los alumnos aprenden a utilizar los productos cultivados en el huerto para producir protector labial, ungüento curativo, mantequilla de calabaza y jabón. Estudian las propiedades curativas de las hierbas naturales, las flores y las plantas incluidas en nuestros productos, y son capaces de comunicar esta información mientras compartimos las bendiciones de nuestro huerto con nuestras familias y nuestra comunidad.

“Los estudiantes participan en oportunidades empresariales mientras practican habilidades financieras básicas al determinar los costos y beneficios a largo plazo, aprender a establecer conexiones con pequeñas empresas y hablar con conocimiento de causa sobre sus productos. Además, participan en la planificación de otros proyectos que promueven el desarrollo del espíritu emprendedor, como la fabricación de cojines decorativos o incluso plastilina de colores para guarderías locales.

“A través de estos proyectos, los alumnos también alcanzan objetivos en ciencias, matemáticas, lengua y literatura, salud y arte. Es increíble participar en el aprendizaje de los alumnos mientras contribuyen a proyectos como nuestro jardín”.

Conclusión

Especialmente en el entorno multigrado, el ABP es un componente clave para el éxito de los estudiantes, el espíritu emprendedor, el amor por el aprendizaje y las habilidades para toda la vida. Las dos maestras que han colaborado en este artículo, Laura Bowlby y Kalicia Clements, han descubierto que esta metodología de enseñanza es una forma eficaz de instruir a todos los alumnos, de varios cursos, en aulas de una sola clase y de inspirar en sus alumnos el entusiasmo por el aprendizaje y la innovación. Proyectos como la feria y el huerto descritos anteriormente ilustran la profundidad y variedad de la enseñanza que los maestros de escuelas pequeñas pueden aportar al aula mediante oportunidades de planificación como éstas.

Aunque este artículo relata experiencias positivas desde la perspectiva de los maestros con el ABP, se podría hacer más investigación para proporcionar datos que apoyen el valor del ABP para las escuelas pequeñas.16 La utilidad del ABP para las escuelas multigrado tal vez se podría examinar más a fondo por medio de encuestas a los estudiantes. O se podría hacer un estudio comparando los resultados de los alumnos de las escuelas adventistas pequeñas de la DNA que a menudo utilizan el ABP con los de las escuelas pequeñas de la DNA que emplean principalmente métodos tradicionales de instrucción.

Aunque llevaría tiempo recopilar y analizar investigaciones de este tipo, las pruebas empíricas que ya tenemos son motivo suficiente para seguir utilizando el ABP en las escuelas pequeñas. Mediante su aplicación continuada en escuelas pequeñas y el estudio de su eficacia, creemos que nuestros alumnos se convertirán en ciudadanos exitosos.

Este artículo ha pasado por la revisión de pares.

McKenzie Wallace

McKenzie Wallace, BA, es asistente administrativo del Departamento de Educación de la Asociación de Oregón (Gladstone, Oregón, EE. UU.). Tiene una Licenciatura en Inglés de la Universidad de Walla Walla en College Place, Washington, EE. UU., disfruta escribir sobre el ministerio de las escuelas de la Asociación de Oregón y ha publicado artículos en Nortwest Adventist (el Gleaner).

Laura Bowlby

Laura Bowlby, MA, es la directora/maestra de la Escuela Adventista de Canyonville (del preescolar al 8º grado) en Canyonville, Oregón, EE. UU. Antes de su llegada a Canyonville, enseñó en otras cinco escuelas adventistas, entre ellas la Escuela Primaria Adventista Madrone en Cave Junction, Oregón y la Escuela Primaria Ruth Murdoch en Berrien Springs, Michigan, EE. UU. La maestra Bowlby tiene más de 25 años de experiencia como educadora y tiene una Maestría en Currículo e Instrucción de la Universidad de Andrews (Berrien Springs, Michigan, EE. UU.)

Kalicia Clements

Kalicia Clements, MA, es la directora/maestra de la Escuela Cristiana Adventistas de Charlotte (del preescolar al 8º grado) en Charlotte, Michigan, EE. UU. Ha enseñado en escuelas de una sola aula en la Asociación de Michigan durante 10 años. La maestra Clements tiene una Licenciatura en Ciencias de la Educación Primaria, Lengua y Educación Musical, y una Maestría en Currículo e Instrucción de la Universidad de Andrews (Berrien Springs, Michigan, EE. UU.). Tiene una pasión por llevar a los niños a Jesús por medio del estudio de la Biblia, el aprendizaje práctico, el arte y la música.

Citación recomendada:

McKenzie Wallace, Laura Bowlby y Kalicia Clements, “El aprendizaje basado en proyectos y la iniciativa emprendedora en las escuelas pequeñas”, Revista de Educación Adventista, 84:3 (2022).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Katarzyna Łobacz and Ewa Matuska, “Project-Based Learning in Entrepreneurship Education: A Case Study-based Analysis of Challenges and Benefits,” Przedsiębiorczość- Edukacja [Entrepreneurship-Education] 16:2 (2020): 88. doi.10.24917/20833296.162.7.
  2. Bojan D. Lazić, Jelena B. Knežević, and Sanja M. Maričić, “The Influence of Project-based Learning on Student Achievement in Elementary Mathematics Education,” South African Journal of Education 41:3 (August 2021): 1, 2. doi.org/10.15700/saje.v41n3a1909.
  3. Łobacz and Matuska, “Project-Based Learning in Entrepreneurship Education,” 89.
  4. Ibid., 96.
  5. Ibid., 91.

  6. 6. Ibid.
  7. Lazić, Knežević, and Maričić, “The Influence of Project-based Learning on Student Achievement in Elementary Mathematics Education,” 3.
  8. Ibid., 6.
  9. Ibid.
  10. Ibid.
  11. Ibid., 7.
  12. Sally Kingston, “Project Based Learning and Student Achievement: What Does the Research Tell Us?” PBL Evidence Matters 1:1 (2018): 2: http://bie.org/x9JN.
  13. Mariyam Shareefa et al., “A Challenge Made Easy: Contributing Factors for Successful Multigrade Teaching in a Small School,” Pertanika Journal of Social Sciences & Humanities 28:3 (September 2020): 1,643.
  14. Baris Kalender and Erol Erdem, “Challenges Faced by Classroom Teachers in Multigrade Classrooms: A Case Study,” Journal of Pedagogical Research 5:4 (December 2021): 83. doi.10.33902/JPR.2021473490.
  15. Aunque el ABP es eficaz para mejorar el aprendizaje de los alumnos, su aplicación puede plantear dificultades a los maestros que trabajan en el contexto de un plan de estudios nacional. Los maestros deben trabajar con su distrito (o su equivalente en otros países) para asegurarse de que los proyectos en formato ABP se ajustan a su plan de estudios obligatorio. Los proyectos pueden redactarse de acuerdo con las normas distritales, estatales o nacionales. Un artículo escrito sobre el ABP en Corea del Sur hace referencia a las dificultades de aplicar esta metodología de enseñanza con los requisitos del plan de estudios nacional y otras presiones, al tiempo que destaca el valor de ofrecer proyectos creativos a los alumnos. Véase el siguiente artículo: Buck Institute for Education, “Breaking With Tradition, Korean Teachers Explore PBL,” PBL Works (n.d.): https://my.pblworks.org/resource/blog/breaking_with_tradition_korean_teachers_explore_pbl.
  16. Los resultados de las investigaciones sobre la eficacia del ABP en las escuelas grandes han sido desiguales hasta que se realizaron dos estudios grandes recientes llevados a cabo por el Centro de Investigación Social y Economía de la Universidad del Sur de California y la Universidad del Estado de Michigan (2021): https://cesr.usc.edu/sites/default/files/Knowledge%20in%20Action%20Efficacy%20Study_18feb2021_final.pdf, y la Universidad de Míchigan en colaboración con el Departamento de Educación de Míchigan (2018-2019): https://mlpbl.open3d.science/techreport. En conjunto, estos dos estudios evaluaron el rendimiento de más de 6,000 alumnos de todo Estados Unidos y de todos los niveles socioeconómicos, y constataron mejoras sostenidas en el rendimiento académico. Estudios similares ayudarían a reforzar el apoyo al uso del ABP en escuelas pequeñas.