Mejores Prácticas en el Trabajo | Andrea Gray

Enfoques de mejores prácticas para la educación multigrado

Los educadores multigrado tienen que utilizar diferentes enfoques y estructuras para facilitar la enseñanza y el aprendizaje, en contraste con los maestros de un solo grado. A medida que los maestros principiantes y experimentados navegan por los procesos relacionados con la instrucción en un entorno multigrado, deben comprender y apreciar que este enfoque del aprendizaje es único. La aplicación eficaz de las mejores prácticas requiere práctica. Con una tutoría cuidadosa, los educadores aprenderán a adaptar eficazmente estos enfoques a diversos entornos de aprendizaje y a satisfacer mejor las necesidades de los alumnos.

UNA CORTA HISTORIA

La educación multigrado, o la práctica de combinar alumnos de distintos cursos en un mismo entorno de aprendizaje, forma parte del sistema educativo de Canadá y Estados Unidos desde hace mucho tiempo. De hecho, durante muchos años fue la norma en las zonas rurales debido al reducido número de alumnos por clase y a la escasez de recursos. Los primeros registros de educación multigrado en ambos países se remontan al siglo xix, cuando las escuelas de una sola aula eran comunes en las zonas rurales. A menudo, los maestros tenían que impartir enseñanza a alumnos de varios cursos a la vez debido a la escasez de recursos y financiación. A medida que la educación se centralizaba y urbanizaba a principios del siglo xx, varias escuelas rurales se vieron obligadas a adoptar un modelo multigrado debido al descenso del número de alumnos matriculados y a la escasez de recursos. Con la introducción del currículo y los niveles de grado estandarizados a mediados del siglo xx, y el aumento del número de niños en edad escolar debido al incremento de la población tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo un cambio hacia las aulas de un solo grado, que se consideraron más eficientes para impartir contenidos estandarizados.1

En las décadas de 1970 y 1980 se renovó el interés por la educación multigrado, ya que los educadores reconocieron los beneficios que aportaba a los niños. En la década de 1990, la educación multigrado volvió a aceptarse como una opción viable para las escuelas rurales, y varias provincias y estados elaboraron políticas y directrices relacionadas con su aplicación. En Canadá, una fuente compartió que, durante este periodo, una de cada siete escuelas en Canadá era multigrado.2

Educación multigrado y adventismo

El concepto de educación multigrado no es exclusivo del adventismo y, hoy en día, el 60% de las escuelas adventistas de la División Norteamericana son pequeñas escuelas multigrado.3 La educación multigrado sigue siendo una característica destacada de las escuelas adventistas de Canadá y Estados Unidos. Permite a las escuelas adventistas aprovechar al máximo sus limitados recursos y ofrecer una educación cristiana a niños que, de otro modo, no tendrían acceso a ella.

Ya sea deliberadamente o por necesidad, urbanos o rurales, los entornos de aprendizaje multigrado siguen ofreciendo a los alumnos oportunidades educativas de calidad que promueven el aprendizaje social y emocional, fomentan la colaboración y la tutoría entre compañeros de diferentes edades y proporcionan un enfoque de aprendizaje más personalizado y flexible.4

Entorno de aprendizaje multigrado

Cada entorno de aprendizaje multigrado tendrá un aspecto diferente, dependiendo de su contexto, al igual que cada aula monogrado es única. En un entorno de aprendizaje multigrado, niños de distintos grados y niveles de desarrollo aprenden unos junto a otros. Estos ricos entornos son exclusivos de las escuelas con uno, dos o tres maestros. Los alumnos comparten experiencias didácticas de cada uno de los grados presentes mientras participan activamente en su experiencia de aprendizaje. Los niños desarrollan estrategias de aprendizaje autónomo a través de oportunidades de aprendizaje autodirigido mientras contribuyen y comparten en actividades de aprendizaje de todo el grupo. En el entorno de aprendizaje multigrado, es práctica común ver a diferentes grupos de niños participando en una variedad de actividades de aprendizaje al mismo tiempo. En última instancia, en este tipo de entorno de aprendizaje, la relación alumno-maestro es fundamental para el proceso, y el maestro pasa a desempeñar el papel de gestor y facilitador del aprendizaje en lugar de dispensador de conocimientos. Descrito como un ambiente “familiar”5 por las partes interesadas, la experiencia de aprendizaje multigrado rinde homenaje a los nostálgicos espacios de aprendizaje de antaño, mientras que conserva progresivamente su relevancia en la actualidad.

Priorizar un enfoque pedagógico multigrado

Tanto para el maestro multigrado novato como para el experimentado, la enseñanza simultánea de varios grados requiere mucho tiempo y preparación, organización, creatividad, paciencia, acceso a recursos y una gestión pertinente del ecosistema de aprendizaje. Los maestros multigrado a menudo se ven obligados a deshacerse de la mayoría de sus prácticas pedagógicas aprendidas en un solo grado porque simplemente no encajan.6 La belleza y el desafío de una pedagogía multigrado es que toma prestadas la mayoría de sus prácticas pedagógicas de la pedagogía multiedad y, cuando es pertinente, utiliza la pedagogía de un solo grado, y luego aplica estas prácticas contextualmente.7

Una filosofía de educación multigrado debe centrarse en las necesidades individuales de cada niño, reconociendo que tienen diferentes estilos y capacidades de aprendizaje. Adoptar estrategias de enseñanza y aprendizaje centradas en el alumno aumenta el éxito y la sostenibilidad de la educación multigrado.8 Los niños, a lo largo de su experiencia de aprendizaje multigrado, desarrollan habilidades de autonomía porque el maestro no puede enseñar todos los niveles de grado a la vez.9 A través de este desarrollo de habilidades, los niños crean iniciativa y aprenden a apropiarse y responsabilizarse de su aprendizaje. Sin embargo, en este entorno de aprendizaje, los alumnos reciben una atención individualizada distinta de la que se percibe tradicionalmente en el tiempo individual. Los maestros de entornos multigrado utilizan la instrucción diferenciada, el trabajo en grupos reducidos y otros métodos para prestar una atención individualizada a cada niño. También trabajan en colaboración con sus alumnos, fomentando un sentido de comunidad y aprendizaje a través del trabajo en grupo y las interacciones entre compañeros.

Cuando se enseña en un entorno de aprendizaje multigrado, el desarrollo de una pedagogía que informe la práctica de un maestro multigrado permite un mayor conocimiento de las teorías y metodologías esenciales que mejor sustentan el aprendizaje y el éxito del alumno.

Panorama de prácticas docentes de calidad

Las prácticas eficaces de enseñanza multigrado no solo son eficaces en el aula multigrado, sino que también tienen éxito en el aula monogrado; sin embargo, lo contrario no siempre es aplicable. Las prácticas pedagógicas contextuales basadas en la evidencia mejoran la sostenibilidad del entorno de aprendizaje multigrado y aumentan la calidad de la educación para todos los niños.10 A continuación se presentan algunas prácticas pedagógicas eficaces probadas por el tiempo y la investigación:

1. Enseñanza en toda la clase: Algunas lecciones pueden impartirse al mismo tiempo. Cuando procede, la enseñanza en toda la clase es una estrategia eficaz mediante la cual el maestro puede facilitar el aprendizaje y la enseñanza utilizando una sola lección en lugar de crear varias minilecciones y talleres diferentes para cada grado. En la enseñanza de toda la clase, las actividades de aprendizaje pueden ser las mismas, pero las expectativas de los alumnos y las evaluaciones difieren.11

2. Rotación del plan de estudios: La rotación del plan de estudios simula en parte el aprendizaje dividido en dos o tres grados en un entorno de aprendizaje multigrado. Esta práctica consiste en que los maestros alternen/roten determinados planes de estudios y estándares de aprendizaje. Esto no siempre es posible en asignaturas secuenciales en las que los conceptos se construyen unos sobre otros, como en matemáticas, o en grados en los que es obligatorio realizar pruebas estandarizadas.12

3. Estrategia “despegar” [peel-off]: En este método de enseñanza, los maestros planifican e imparten lecciones adecuadas para diferentes edades y niveles de aprendizaje dentro de una misma aula. El objetivo de las estrategias es “despegar” las lecciones de los materiales didácticos centralizados y diferenciarlas según los distintos niveles de preparación de los alumnos para garantizar que cada uno pueda desarrollar todo su potencial. De este modo, se ofrecen oportunidades para un aprendizaje individualizado y cooperativo eficaz, maximizando los beneficios de las aulas multigrado y atendiendo al mismo tiempo a las necesidades individuales de los alumnos.13

4. Comienzo escalonado: Disminuir el tiempo de espera minimiza la “pérdida de aprendizaje” cuando los alumnos esperan las instrucciones de aprendizaje de su maestro. Los maestros suelen escalonar el inicio de las asignaturas y las actividades de aprendizaje cuando se requieren distintos niveles de atención entre maestro y alumno.14

5. Actividades diferenciadas: El aprendizaje diferenciado es un componente crucial de la educación multigrado. Ayuda a garantizar que todos los alumnos se sientan motivados e implicados en el proceso de aprendizaje. Mediante el uso de agrupamientos flexibles, tableros de elección, planes de aprendizaje personalizados, aprendizaje basado en proyectos e integración de la tecnología, los maestros pueden crear un entorno de aprendizaje dinámico e inclusivo para sus alumnos. Ofrecer actividades de recuperación o ampliación permite al maestro calibrar el nivel de aprendizaje del niño. Las actividades pueden diferenciarse mediante distintos niveles de complejidad por varias razones, como el resultado del aprendizaje, el proceso de aprendizaje o la complejidad del producto de aprendizaje.15

6. Tutoría entre pares: Niños de distintos cursos trabajan en pares para que aprendan unos de otros. Este método consiste en asignar a los alumnos mayores o más experimentados la tarea de ayudar en sus estudios a los alumnos más jóvenes o menos experimentados. Requiere el uso de técnicas de aprendizaje cooperativo que crean un ambiente de confianza entre alumnos de distintos niveles. El objetivo principal de la tutoría entre pares es fomentar la colaboración, la comunicación y las habilidades de pensamiento crítico entre los alumnos, a la vez que mejora su rendimiento académico.16

7. Aprendizaje cooperativo y colaborativo: Las oportunidades auténticas de aprendizaje cooperativo implican que los niños trabajen juntos en pequeños grupos para lograr una meta u objetivo de aprendizaje compartido. Considere estos cinco principios para el éxito de las oportunidades de aprendizaje cooperativo y colaborativo:17

a. Interdependencia positiva: Todos los miembros del grupo deben sentir que trabajan juntos por un objetivo común y que el éxito del grupo en conjunto depende de cada individuo.

b. Responsabilidad individual: Cada miembro del grupo debe ser responsable de su contribución individual al éxito del grupo.

c. Interacción cara a cara: El aprendizaje cooperativo requiere que los alumnos tengan interacción cara a cara para comunicarse y colaborar eficazmente con los miembros de su grupo.

d. Habilidades sociales: Los alumnos deben desarrollar habilidades sociales como la comunicación, la escucha activa y la resolución de conflictos para trabajar eficazmente en grupo.

e. Procesamiento en grupo: El grupo debe reflexionar periódicamente sobre sus progresos, identificar sus puntos fuertes y débiles y hacer los ajustes necesarios para mejorar su rendimiento.

Estos cinco principios, cuando se utilizan en un aula multigrado, ofrecen oportunidades para una enseñanza diferenciada y para que los alumnos desarrollen habilidades para la vida y la capacidad de innovar, al tiempo que fomentan las habilidades de comunicación y colaboración con los demás en el aula.18

8. Preguntas abiertas: Las preguntas abiertas suelen comenzar con palabras como cómo, qué y por qué, y fomentan el debate, la exploración y la creatividad. El objetivo de las preguntas abiertas es animar a la persona interrogada a dar respuestas reflexivas y complejas que expresen su profundidad de conocimientos y experiencia.19

9. Rutinas de aprendizaje independiente: Las rutinas de aprendizaje independiente son actividades y tareas proporcionadas por los maestros para ayudar a los niños a trabajar de forma independiente y asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje. Estas rutinas ofrecen a los alumnos la oportunidad de desarrollar la autodisciplina, la capacidad de resolver problemas y el pensamiento crítico. Algunos ejemplos de rutinas de aprendizaje independiente en la educación multigrado son:

Centros de aprendizaje: Los maestros crean zonas designadas en el aula donde los niños pueden trabajar de forma independiente en diversas actividades de aprendizaje.

Aprendizaje basado en proyectos: No hay que confundirlo con hacer un proyecto, la enseñanza basada en proyectos es un enfoque pedagógico que utiliza proyectos del mundo real como base del aprendizaje. En lugar de enseñar destrezas o conceptos aislados, la enseñanza basada en proyectos ofrece a los niños la oportunidad de aplicar sus conocimientos y destrezas a problemas o retos auténticos. Los alumnos trabajan en colaboración para crear productos de su aprendizaje, resolver problemas o completar tareas que tienen relevancia en el mundo real. La enseñanza basada en proyectos hace hincapié en el aprendizaje centrado en el alumno, permitiéndole apropiarse de su aprendizaje y trabajar a su propio ritmo. Los maestros actúan como facilitadores o entrenadores, proporcionando orientación y apoyo según sea necesario en lugar de dar una clase o dirigir en cada paso del camino.20

Tableros de elección: Los maestros proporcionan a los alumnos una lista de actividades de aprendizaje entre las que pueden elegir en función de sus intereses, estilo de aprendizaje y necesidades. Los tableros pueden adaptarse a las necesidades de alumnos de distintas edades y capacidades, y pueden utilizarse en una gran variedad de asignaturas y temas. Al ofrecer una amplia gama de actividades, los tableros de opciones brindan a los alumnos la oportunidad de trabajar a su propio ritmo y nivel sin dejar de abordar el mismo contenido o tema que sus compañeros. Además, los tableros de elección pueden diseñarse para fomentar la colaboración y la enseñanza entre iguales, ya que los alumnos pueden elegir trabajar en la misma actividad o proyecto que un compañero o trabajar en diferentes actividades y luego compartir su aprendizaje con los demás.21

Fichas de tareas: Los maestros crean conjuntos de tarjetas que contienen tareas de aprendizaje independiente que los niños pueden completar por sí mismos.

Aprendizaje basado en la investigación: Los alumnos plantean preguntas e investigan las respuestas a través de la investigación, los experimentos y los debates.

Prácticas de evaluación multigrado

Las prácticas de evaluación de la educación multigrado implican identificar y abordar las diversas necesidades de aprendizaje de alumnos de distintos grados en una misma aula. Los maestros emplean diversos métodos para medir el progreso y el aprendizaje de los alumnos y utilizan esta información para adaptar la enseñanza a las necesidades de cada uno. En todas las aulas, la evaluación del aprendizaje debe reflejar el dominio de los contenidos y lo que los alumnos son capaces de hacer.22 Algunas de las prácticas de evaluación más utilizadas son:

Preparación para el aprendizaje y evaluaciones de diagnóstico: Estas evaluaciones ayudan a identificar los puntos fuertes y débiles de cada alumno en las distintas asignaturas. El maestro puede planificar intervenciones e instrucción específicas para cada niño. La evaluación de la preparación para el aprendizaje puede ayudar a los alumnos a fijar objetivos realistas y elaborar un plan para alcanzar el éxito académico.

Evaluaciones formativas: El control continuo a lo largo del proceso de aprendizaje ayuda a los maestros a supervisar el progreso de cada niño y a reunir pruebas sobre su aprendizaje con el fin de modificar las estrategias de enseñanza para satisfacer mejor las necesidades individuales.

Evaluaciones sumativas: Suelen realizarse al final de una unidad, trimestre o año para evaluar el rendimiento del aprendizaje. Ayudan a medir los conocimientos y destrezas que los alumnos han adquirido a lo largo del trimestre y ofrecen al maestro una valiosa perspectiva de su eficacia pedagógica.

Evaluaciones de tipo portafolio: La recopilación de muestras del trabajo de un alumno en diferentes asignaturas a lo largo de un periodo de tiempo proporciona ejemplos concretos del desarrollo y el éxito de cada niño. Ayudan al maestro a evaluar los progresos a lo largo del tiempo y ofrecen a los alumnos la oportunidad de reflexionar sobre su propio aprendizaje. Junto con las conferencias dirigidas por los alumnos, las evaluaciones de tipo portafolio permiten a los alumnos interpretar su trabajo ante sus tutores de un modo que articula e ilustra claramente su rendimiento, proceso y producto.23

Autoevaluación y evaluación por los compañeros: Los alumnos evalúan su trabajo independiente y el trabajo de sus compañeros. Esto ayuda a los niños a comprender mejor el proceso de evaluación y fomenta la colaboración y un mayor sentido de responsabilidad sobre su propio aprendizaje.

Evaluaciones informales: Estas evaluaciones incluyen observaciones, entrevistas y conversaciones con los alumnos. Los maestros recopilan información sobre el comportamiento, las actitudes y las necesidades socioemocionales de los alumnos, que puede utilizarse para personalizar la enseñanza.

En la educación multigrado, los maestros suelen utilizar una combinación de estas prácticas de evaluación para obtener una imagen completa de los conocimientos y destrezas de cada alumno. Al adaptar las evaluaciones a las necesidades específicas de un entorno de aprendizaje multigrado, los maestros pueden ofrecer una enseñanza específica y eficaz a todos sus alumnos. La evaluación para el aprendizaje capacita a los alumnos a hacerse cargo de su propio aprendizaje ayudándolos a comprender sus puntos fuertes y débiles, a establecer objetivos de aprendizaje y a desarrollar una mentalidad de crecimiento. La evaluación para el aprendizaje ayuda a los jóvenes a convertirse en aprendices autorregulados y permanentes.

Conclusión

Un aula multigrado ofrece un entorno de aprendizaje diverso en el que alumnos de distintas edades y capacidades trabajan juntos. Esto crea una oportunidad para la socialización y ayuda a los alumnos a desarrollar un sentido de empatía y comprensión hacia los demás. Los maestros pueden personalizar las actividades de aprendizaje en función de las capacidades y los puntos fuertes de cada niño. Como hay una gama más amplia de capacidades que en las aulas de un solo grado, los maestros pueden diferenciar la enseñanza para aprovechar aquello que los niños ya conocen y ayudarlos a crecer en las áreas en las que necesitan más apoyo. Los maestros tienen flexibilidad para ajustar el ritmo de aprendizaje en función de las necesidades de cada alumno o de la clase. Esto puede ayudar a los maestros a adaptarse a los diferentes estilos y necesidades de aprendizaje y a garantizar que los alumnos puedan tener éxito en sus trayectorias de aprendizaje. El reunir niños de diferentes edades y procedencias permite que el entorno de aprendizaje multigrado ayude a crear un sentimiento de comunidad y fomentar un ambiente de aprendizaje solidario. Los niños aprenden unos de otros y desarrollan el sentido de responsabilidad y liderazgo que puede beneficiarles más allá del aula.


Este artículo ha pasado por la revision de pares.

Andrea Gray

Andrea Gray, MEd, está cursando estudios de Doctorado en Currículo e Instrucción en la Universidad de Andrews (Berrien Springs, Michigan). Anteriormente, fue subdirectora de educación de la Asociación Marítima de los Adventistas del Séptimo Día en Moncton, New Brunswick, Canadá. La profesora Sayler obtuvo su Licenciatura en Educación en el Colegio Universitario Canadiense (ahora Universidad Burman, en Lacomb, Alberta, Canadá) y su Máster en Educación en la Universidad de La Sierra (Riverside, California, EE. UU.). Actualmente cursa estudios de Doctorado en la Universidad de Andrews (Berrien Springs, Michigan, EE. UU.). Su experiencia incluye haber sido directora de enseñanza en pequeñas escuelas adventistas rurales, y haber trabajado como instructora en la Escuela (en línea) cristiana adventista de la pradera (PACeS, por sus siglas en inglés), una escuela en línea con sede en Alberta que ofrece educación en línea desde el preescolar hasta la secundaria para estudiantes de la División Norteamericana. También trabajó como enlace de aprendizaje a través de la Universidad de Loma Linda (Loma Linda, California, EE. UU.), promoviendo la educación CTIM en niveles del preescolar a secundario en las aulas adventistas y proporcionando desarrollo profesional y apoyo a los maestros para el plan de estudios CTIM.

Citación recomendada:

Andrea Gray, “Enfoques de mejores prácticas para la educación multigrado”, Revista de Educación Adventista 85:2 (2023).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. El aumento de la población en edad escolar tras la Segunda Guerra Mundial contribuyó al aumento en el número de alumnos matriculados y que las aulas multigrado fueran demasiado grandes. Véase Debra Viadero, “Mixed Blessings,” EdWeek (May 8, 1996): https://www.edweek.org/leadership/mixed-blessings/1996/05; Margaret Gayfer and Joel Gajadharsingh, The Multi-grade Classroom: Myth and Reality. A Canadian Study (Toronto, Ontario: Canadian Education Association Publications, 1991); Angela W. Little, “Multi-Grade Teaching: A Review of Research and Practice,” Education Research Paper (London, U.K.: Department for International Development, Education Department, 1995), 94: https://files.eric.ed.gov/fulltext/ED459042.pdf .
  2. Ibid.
  3. Oficina de Educación de la División Norteamericana, Estadísticas de la educación adventista 2022-2023: https://v1.adventisteducation.org/phone/stat-copy-2.html.
  4. Anneris Coria-Navia y Maria Bastien Valenca, “Las escuelas pequeñas: Una ventaja para la educación adventista”, Revista de Educación Adventista, 84:3 (2022). https://www.journalofadventisteducation.org/es/2022.84.3.1
  5. Parvin Kadivar, Shokooh Navabi Nejad, and Zahra Madadi Emamzade, “Effectiveness of Multi-grade Classes: Cooperative Learning as a Key Element of Success,” Proceedings of World Academy of Science, Engineering and Technology 8 (2007: 661-664.
  6. Eeva Kaisa Hyry-Beihammer and Tina Hascher, “Multi-grade Teaching Practices in Austrian and Finnish Primary Schools,” International Journal of Educational Research 74 (2015): 104-113. https://doi.org/10.1016/j.ijer.2015.07.002; Dennis Mulcahy, “Multi-grade-Single Grade: What Is the Difference?” Memorial University of Newfoundland, Faculty of Education (1992): https://www.mun.ca/educ/faculty/mwatch/vol2/mulcahy3.html#:~:text=There%20is%20a%20difference%20in,in%20a%20single%20grade%20classroom; Catherine Mulryan-Kyne, “Teaching and Learning in Multigrade Classrooms: What Teachers Say,” The Irish Journal of Education/Iris Eireannach an Oideachais 35 (2004): 5-19.
  7. Barbara Cozza, The Multi-age Learning Community in Action: Creating a Caring School Environment for All Children (Lanham, Md.: Rowman and Littlefield, 2017).
  8. Linley Cornish and Matshidiso Joyce Taole, Perspectives on Multigrade Teaching (Basel, Switzerland: Springer International Publishing, 2021).
  9. Eleanor Hargreaves, “Assessment for Learning in the Multigrade Classroom,” International Journal of Educational Development 21:6 (2001): 553-560.
  10. Angela W. Little, ed. Education for All and Multigrade Teaching: Challenges and Opportunities (Dordrecht, The Netherlands: Kluwer Academic Publishers, 2006). Ebook Collection.
  11. Ibid.
  12. Linley Cornish, “What is Multi-grade Teaching?” In Linley Cornish, ed., Reaching EFA Through Multi-grade Teaching: Issues, Contexts and Practices (Armidale, N.S.W., Australia: Kardoorair Press, 2006), 9-26.
  13. Matshidiso Joyce Taole, “Identifying the Professional Knowledge Base for Multi-grade Teaching,” Gender and Behaviour 15:4 (2017): 10419-10434.
  14. Cornish, “What is Multi-grade Teaching?” 9-26.
  15. Carol Ann Tomlinson, How to Differentiate Instruction in Academically Diverse Classrooms (Alexandria, Va.: ASCD, 2017).
  16. Susan Vincent, The Multigrade Classroom: A Resource Handbook for Small, Rural Schools, Book 7: Planning and Using Peer Tutoring (Portland, Oregon: Northwest Regional Educational Library, 1999): https://educationnorthwest.org/sites/default/files/multigrade-classroom-books1-7.pdf.
  17. David W. Johnson, Roger T. Johnson, and Mary Beth Stanne, Cooperative Learning Methods: A Meta-analysis (2000): https://www.lcps.org/cms/lib4/VA01000195/Centricity/Domain/124/Cooperative%20Learning%20Methods%20A%20Meta-Analysis.pdf.
  18. Ibid.
  19. Dan Rothstein and Luz Santana, Make Just One Change: Teach Students to Ask Their Own Questions (Cambridge, Mass.: Harvard Education Press, 2011).
  20. Suzie Boss and John Larmer, Project Based Teaching: How to Create Rigorous and Engaging Learning Experiences (Alexandria, Va.: ASCD, 2018). See also McKenzie Wallace, Laura Bowlby, and Kalicia Clements, “Project-based Learning and Entrepreneurship in Small Schools,” The Journal of Adventist Education 84:3 (2022): 40-47 https://www.journalofadventisteducation.org/2022.84.3.8.
  21. Tomlinson, How to Differentiate Instruction in Academically Diverse Classrooms.
  22. Hargreaves, “Assessment for Learning in the Multigrade Classroom,” 553-560.
  23. Tomlinson, How to Differentiate Instruction in Academically Diverse Classrooms.